Título: Una pareja de tres ( Marley & me)
Dirección: David Frankel
País: Estados Unidos
Año: 2008
Duración: 115 min.
Género: Drama, Romance, Comedia, Familiar
Reparto: Owen Wilson, Jennifer Aniston, Eric Dane, Kathleen Turner
Qué equivocado estaba cuando en 2008, año de estreno de ésta cinta, pensaba que se trataba de una comedieta más de la nariz de Owen Wilson y la insulsa Jennifer Aniston en la que se buscaba la risa fácil con la excusa del perrito. ¿Y cómo no pensar eso con el cartel de la cinta y teniendo en cuenta las respectivas filmografías de la pareja protagonista?
Pues nada más lejos. A pesar de la larga duración (casi dos horas) en la que somos espectadores del inicio de una familia desde una nevada noche de bodas -en la que se plantea el traslado a algún lugar más cálido- hasta unos catorce años más tarde, con la familia ya completa.
El primer miembro de esa familia, y sobre el que gira todo el filme, es Marley, un labrador que acogen con tres meses de vida. Lógicamente lo que vamos a ver va a ser toda clase de catástrofes provocadas por el perro durante toda su vida, mientras se nos cuentan la vida de la pareja: trabajos, ascensos, renuncias, embarazos…Todo ello, con Marley siempre de fondo.
Hasta aquí, a pesar de catalogarse como comedia, tampoco es para soltar carcajadas. Más que comedia yo diría que es como dicen los americanos un slice of life, una cinta costumbrista con algún tono cómico. Los actores cumplen y hacen una buena y realista interpretación, y el perro, por supuesto, también.
La última media hora… esa no tiene nada de comedia. Es lacrimógena. Si has tenido un animal contigo, ese animal ha sido tu amigo, ha sido miembro de la familia, ha sido tu hermano, y cuando lo pierdes duele. Por eso, esa última media hora, tan bien llevada, tan real, emociona mucho y las lágrimas son inevitables.
Acabo con las frases del final:
Un perro no sabría qué hacer con un coche de lujo o una casa o con ropa de diseño, se conforma con un palo empapado. A un perro no le importa si eres rico o pobre, listo o bobo, inteligente o tonto... si le das tu corazón te entregará el suyo. ¿De cuánta gente podrías decir eso? ¿Cuánta gente puede hacerte sentir excepcional, puro y especial? ¿Cuánta gente puede hacerte sentir extraordinario?
Recomendable.
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