Película: Beginners (Principiantes).
Dirección y guion: Mike Mills.
País: USA.
Año: 2010.
Duración: 105 min.
Género: Drama, comedia.
Interpretación: Ewan McGregor (Oliver), Christopher Plummer (Hal), Mélanie Laurent (Anna), Goran Visnjic (Andy)
No sé qué tiene ésta peli que me ha encantado. Son de las que se te quedan en la cabeza toda la vida, con un buen recuerdo. A pesar de tener un tono melancólico general, un halo de tristeza y soledad que recorre toda la cinta, tiene también pequeñas y bien dosificadas dosis de humor que conducen de forma fresca la narración.
Los protagonistas, un Ewan McGregor de quien acabas encariñándote, Christopher Plummer y Melanie Laurent, además del perro, (que cobra un gran protagonismo), actúan de una forma tan natural como la vida misma, y la música se acopla a la perfección durante todo el metraje.
Oliver es un caricaturista con varias relaciones a sus espaldas que él mismo se ha ocupado de sabotear, por miedo al compromiso, porque, como él dice, él es de los que “deja” a la gente. Cuando muere su madre su padre le confiesa que es gay y comienza a vivir su vida de forma desinhibida y sin complejos. Cuatro años después muere víctima de un cáncer, tras haber estado Oliver cuidando de él.
Pocos meses más tarde, sumido en una gran tristeza, conoce a Anna en una fiesta. Chica extraña de la que acabará enamorándose y que también huye del compromiso. A partir de ésta relación, los flashbacks sobre los últimos años de su padre se suceden. Será en ellos donde el espectador observe la vitalidad del padre enfermo en contraste con la tristeza de su hijo. Un padre que ha vivido cuarenta años reprimido dentro del matrimonio, que quiere aprovechar cada día al máximo cómo si fuera el último, y que quiere inculcar a su hijo la alegría de vivir ,empujarle al compromiso aunque eso signifique equivocarse.
De eso va la peli. De relaciones… Y es que, cuando se comienza una relación, todos somos principiantes. Parafraseando a Oliver al final de la cinta: ¿Y ahora qué?
Los protagonistas, un Ewan McGregor de quien acabas encariñándote, Christopher Plummer y Melanie Laurent, además del perro, (que cobra un gran protagonismo), actúan de una forma tan natural como la vida misma, y la música se acopla a la perfección durante todo el metraje.
Oliver es un caricaturista con varias relaciones a sus espaldas que él mismo se ha ocupado de sabotear, por miedo al compromiso, porque, como él dice, él es de los que “deja” a la gente. Cuando muere su madre su padre le confiesa que es gay y comienza a vivir su vida de forma desinhibida y sin complejos. Cuatro años después muere víctima de un cáncer, tras haber estado Oliver cuidando de él.
Pocos meses más tarde, sumido en una gran tristeza, conoce a Anna en una fiesta. Chica extraña de la que acabará enamorándose y que también huye del compromiso. A partir de ésta relación, los flashbacks sobre los últimos años de su padre se suceden. Será en ellos donde el espectador observe la vitalidad del padre enfermo en contraste con la tristeza de su hijo. Un padre que ha vivido cuarenta años reprimido dentro del matrimonio, que quiere aprovechar cada día al máximo cómo si fuera el último, y que quiere inculcar a su hijo la alegría de vivir ,empujarle al compromiso aunque eso signifique equivocarse.
De eso va la peli. De relaciones… Y es que, cuando se comienza una relación, todos somos principiantes. Parafraseando a Oliver al final de la cinta: ¿Y ahora qué?
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