11 julio 2013

La ternura caníbal





Me gustan los libros de cuentos o relatos cortos. Pero que sean cortos de verdad. Ahí está la gracia. Porque, si no te gusta uno de ellos, sabes que después vendrá otro, -con otra historia, otros personajes, otro ambiente, aunque siga enmarcado en el mismo género o temática-, que tal vez sí te guste. Y si no, otro y otro… (aunque no sería la primera vez que en un libro casi la totalidad de cuentos merecieran la muerte más cruel).  
Por otro lado, si te gusta se acaba demasiado pronto… y eso provoca que te guste más.

Dicho esto, vamos a entrar en materia. No conocía, ni siquiera de oídas, a Enrique Serna pero la sinopsis y la portada eran lo suficientemente tentadoras como para hacerle ascos. Además, según me informaron mis fuentes, Serna pasa por ser uno de los diez mejores escritores de relatos de México de los últimos veinte años. Ahí es nada. Y, bueno… no conozco a todos los escritores de relatos de México de los últimos veinte años, ni de los últimos cinco… ni de los últimos dos… pero, tras la lectura de La ternura caníbal, tengo claro que quiero leer más cuentos de Enrique Serna.

Porque el autor aborda magistralmente en estos diez relatos historias de parejas, y no del todo convencionales, que también, sino de lo más variopintas. Todas ellas, absolutamente todas, se nos muestran con tintes de un amor viciado, corrompido por el uso, el abuso e incluso el desuso. No estamos ante comienzos de romances, donde todo es bonito y de color de rosas y nadie deja escapar sus ventosidades. No. Las historias de Corín Tellado están en el pasillo de al lado. Por el contrario, serán el paso del tiempo, la rutina, el egoísmo, el odio, la envidia, los engaños, rencores, pequeñas venganzas, la falta de respeto…los hitos que marcarán el hilo de cada uno de los relatos de una manera clara, identificable, veraz, incisiva y doliente. Por desgracia, como la vida misma.
He llegado a leer alguna crítica en la que se remarca que el lector soltará más de una carcajada. Para nada. Los cuentos de Serna son muy duros por la forma realista en la que se cuentan y por lo que se cuenta. Cierto que algunos de ellos son llevados demasiado al extremo de cara al final, pero eso también forma parte del encanto de los cuentos cortos, y en este caso, no los perjudica.

La reseña completa en LyL.

 

09 julio 2013

Buen perro



Otro de perros, sí. Y pronto habrá otro más. Por hablar. Pero es que… ¿no os dáis cuenta? ¿Cómo no voy a caer en cómics así, con semejante pedazo de portada y con una sinopsis que pinta tan bien? Imposible resistirse. Hala, pa’dentro.

Iván, curioso nombre para el protagonista de Buen perro, es un can sin dueño, un callejero. Tiene pesadillas recurrentes con conejos y cada día se busca la comida como puede, sin saber a qué va a dedicar el tiempo. “¿Cuál es mi trabajo? Decidme lo que debo hacer y lo haré…” se dice a si mismo. Ansía tener un dueño, a pesar de que nunca lo ha tenido, pero a la vez expresa sus dudas al respecto y no sabe si le gustaría la experiencia.

Poco a poco vamos viendo el transcurrir diario de Iván, los roces con otros perros y con los dueños de estos; con tenderos de carnicerías y con gallinas. También tiene un amigo, Kirby, un bulldog que sí tiene dueño y muchos huesos enterrados que comparte con Iván. Pero en definitiva, este lleva una vida triste y en permanente duda existencial.

Hasta que un buen día, se encuentra con una “manada” de perros callejeros. Delincuentes profesionales que, para sorpresa de Iván, no tienen jefe. Son libres para hacer y deshacer, desafían el dominio del hombre y llevan la vida que les pertenece por derecho a todos los perros. “Ningún perro digno de serlo se ataría a un humano” dice uno de los ellos.

La reseña completa en LyL.

05 julio 2013

Nivelazo en Telecinco


Cine XXI. Directores y direcciones.





Puede parecer que, en estos tiempos en los que la información, de cualquier tipo, puede consultarse en Internet, un libro como Cine XXI, sea prescindible. Yo mismo, cuando quiero buscar la filmografía de un determinado director o sondear opiniones sobre si merece o no la pena gastar una media de dos horas de mi valioso tiempo visionando una peli, tengo varias páginas y blogs de cabecera guardados en los favoritos de mi ordenador. Y, seguramente, tú también. Y si no, te informas. También puede que no.

Sin embargo, Cine XXI, no es el típico libro diccionario de cine de riguroso corte académico, farragoso, pedante y pesado. Aquí se va a hablar de directores tanto vivos como muertos (fallecidos después del uno de enero de 2000), cuyas obras tienen importancia e influencia en el cine actual.

Yo, que en mi juventud devoraba películas gracias a cierto canal de pago, sigo siendo un devorador de cine… siempre que puedo, cosa que, por desgracia, cada vez ocurre menos, y, por supuesto, en formato casero la mayoría de las veces.Así que encontrarme con un diccionario de este tipo me ha supuesto una alegría impresionante. (Ya me olía algo al tener en portada al señor Mierda…)

Y es que el repaso que hace a los directores no es para nada típico. Por poner un ejemplo: todos los cinéfilos conocen la obra de Víctor Erice. El sur, El espíritu de la colmena y El sol del membrillo son sus tres únicas películas. Sin embargo, Cine XXI apenas las nombra y profundiza, ¡con un par!,  en un cortometraje, Alumbramiento, desconocido para mí,  que te crea la lujuriosa necesidad de verlo como sea. Además, ilustra la personalidad perfeccionista de Erice y el porqué de su tardanza en volver a ofrecernos otra cinta y lo que vivió con Javier Marías (hala, ahí dejo el misterio…)

La reseña completa en LyL.
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