Si nos paramos a pensar, el número de cuentos de viejas e
historias para niños que se pueden sacar de un tochazo como la Biblia, es
infinito. Y no hay villano más malvado y bipolar que el Todopoderoso y
Todocabronazo Dios. ¿A quién sino a Él casi le da un pampurrio cuando descubre
que han cogido una manzana (no un saco, ¡una!) de su huerto, pero en cambio es
capaz de ceder a su hijo en sacrificio para “salvar a la humanidad”? Normal,
normal, no es. Y menos cuando tiempo atrás a la humanidad la sentenció a muerte
enviándola un diluvio… Lo dicho, el término bipolar incluso se queda corto.
Sádico psicópata se ajusta mejor.
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