No hay nada como los viernes, ¿verdad? Aunque no tengas planes. Aunque tu vida social se haya reducido a la nada por culpa de las circunstancias, los años y, porque no decirlo también, la edad. Aunque tus planes sean, simplemente sentarte en el sofá, o tumbarte, desplegar el catálogo de alguna plataforma para ver la peli o serie que toque ver por imperativo social, y tardar más tiempo eligiendo que viendo lo elegido… Esasacrosanta desconexión de dos días que empieza el viernes por la tarde es lo mejor… Hasta que te llama tu jefe. Y te dice que muevas el culo. Que le da igual que estés de prácticas y seas el novato y, por lo tanto, el último mono de la empresa, que es una cosa rutinaria, que estarás de vuelta en cero como en tu casa y que tal y que cual… Y claro, ¿cómo te vas a negar, no?
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