¿Por qué tendemos a acoger de buen grado todo lo que viene de Yanquilandia y rechazamos lo nuestro? Empezando por el idioma, adoptamos cualquier palabra inglesa que suene cool para términos que tienen su correspondiente traducción al castellano. Spam, coach, marketing, casting, delivery, mail, spoiler, muffin, el puto brunch, los menos putos CEOs y SEOs, Spiderman, Black Panther, Iron Man… Hasta abreviaturas como asap he visto en correos de trabajo escritos en español…
Reseña completa en Anika Entre Libros.
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