Autor: Smith, Kevin
Editado por: Planeta Agostini en Enero 2011
Encuadernación Cartoné
20 euros
Si no llega a ser porque estaba a mitad de precio, no me lo hubiera comprado, y más sabiendo que es la primera de dos partes (que para inri no viene anunciado en la portada, ni en ningún otro sitio, y esas cosas se avisan, ¡pardiez!). Pero me alegro de haberlo pillado.
En fin. Esta es la segunda incursión de Kevin Smith en el universo de Batman, y la segunda de su amigo Walter Flanagan como dibujante. Si Cacofonía (primera incursión y según palabras suyas, "aperitivo de la mejor historia que podía hacer sobre Batman") no estaba del todo mal, este Círculo sin fin va de menos a más, sobre todo por lo sucedido en la última viñeta (¡maldita sea!¿Cuánto tendré que esperar ahora para saber qué ocurre tras ese enorme cliffhanger?).
En este tomo dos nuevos personajes aparecerán en escena:
Por un lado Bafomet. Un enmascarado cuya careta representa a una cabra, ayudará y en alguna ocasión hasta salvará la vida de Batman. Como siempre Batman desconfíará de todo y de todos, hasta que poco a poco creerá ver en Bafomet alguien con quien aliarse, alguien mayor de edad, novato, pero a quién podría entrenar. Durante la historia vemos algunos flashbacks en los que aparece luchando junto a Robin y su deseo de no repetir el error de coger a más niños en su lucha contra el mal.
Por otra parte, aparece Silver St. Cloud, una antigua novia, supermillonaria también, que conoce el secreto de Bruce Wayne y que dejó de serlo por no poder aguantar la vida que éste llevaba como murciélago. Ahora vuelve porque nunca estuvo tan bien como cuando estuvo con Bruce, y está dispuesta a aceptar su doble vida.
Y así veremos a Batman pelear por la noche y a Bruce retozar por el día.
Por primera vez vemos a Bruce despreocupado, pensando en el amor, planteándose dejar en un futuro su capa,… ¡si hasta se toma una noche libre con Silver! Lo dicho, nunca Bruce Wayne fue tan libre de su pesada cadena de murciélago. Está tan feliz y enamorado, que pedirá en matrimonio a Silver.
Por otra parte, sabía que Batman y Catwoman tenían algún rollito, que tonteaban entre ellos y por eso me gustó, por inesperada, una escena en la que Catwoman, enterada de la existencia de una nueva novia de Batman le pregunta a este, con los ojos al borde de las lágrimas, casi tartamudeando (y vistiendo un viejo traje –y ridículo según ella misma afirma-que sólo se ha puesto porque una vez, Batman, parco él como siempre en palabras, le dijo que le gustaba la capa) si está enamorado.
Pues eso, que vemos a un Batman que, aunque sigue desconfiando y recelando (si hasta llega a pensar que Silver es un robot), baja la guardia durante el tramo final…
En definitiva, un cómic recomendable, algo alejado de los parámetros acostumbrados, pero al menos a mi me ha entretenido y divertido.
Editado por: Planeta Agostini en Enero 2011
Encuadernación Cartoné
20 euros
Si no llega a ser porque estaba a mitad de precio, no me lo hubiera comprado, y más sabiendo que es la primera de dos partes (que para inri no viene anunciado en la portada, ni en ningún otro sitio, y esas cosas se avisan, ¡pardiez!). Pero me alegro de haberlo pillado.
En fin. Esta es la segunda incursión de Kevin Smith en el universo de Batman, y la segunda de su amigo Walter Flanagan como dibujante. Si Cacofonía (primera incursión y según palabras suyas, "aperitivo de la mejor historia que podía hacer sobre Batman") no estaba del todo mal, este Círculo sin fin va de menos a más, sobre todo por lo sucedido en la última viñeta (¡maldita sea!¿Cuánto tendré que esperar ahora para saber qué ocurre tras ese enorme cliffhanger?).
En este tomo dos nuevos personajes aparecerán en escena:
Por un lado Bafomet. Un enmascarado cuya careta representa a una cabra, ayudará y en alguna ocasión hasta salvará la vida de Batman. Como siempre Batman desconfíará de todo y de todos, hasta que poco a poco creerá ver en Bafomet alguien con quien aliarse, alguien mayor de edad, novato, pero a quién podría entrenar. Durante la historia vemos algunos flashbacks en los que aparece luchando junto a Robin y su deseo de no repetir el error de coger a más niños en su lucha contra el mal.
Por otra parte, aparece Silver St. Cloud, una antigua novia, supermillonaria también, que conoce el secreto de Bruce Wayne y que dejó de serlo por no poder aguantar la vida que éste llevaba como murciélago. Ahora vuelve porque nunca estuvo tan bien como cuando estuvo con Bruce, y está dispuesta a aceptar su doble vida.
Y así veremos a Batman pelear por la noche y a Bruce retozar por el día.
Por primera vez vemos a Bruce despreocupado, pensando en el amor, planteándose dejar en un futuro su capa,… ¡si hasta se toma una noche libre con Silver! Lo dicho, nunca Bruce Wayne fue tan libre de su pesada cadena de murciélago. Está tan feliz y enamorado, que pedirá en matrimonio a Silver.
Por otra parte, sabía que Batman y Catwoman tenían algún rollito, que tonteaban entre ellos y por eso me gustó, por inesperada, una escena en la que Catwoman, enterada de la existencia de una nueva novia de Batman le pregunta a este, con los ojos al borde de las lágrimas, casi tartamudeando (y vistiendo un viejo traje –y ridículo según ella misma afirma-que sólo se ha puesto porque una vez, Batman, parco él como siempre en palabras, le dijo que le gustaba la capa) si está enamorado.
Pues eso, que vemos a un Batman que, aunque sigue desconfiando y recelando (si hasta llega a pensar que Silver es un robot), baja la guardia durante el tramo final…
En definitiva, un cómic recomendable, algo alejado de los parámetros acostumbrados, pero al menos a mi me ha entretenido y divertido.
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