Decir Constantine es decir problemas. Problemas para él y para los que le rodean. Problemas en este mundo y en otros, ya sea en universos paralelos o en el más allá. Problemas que tal vez no haya ido a buscar, pero que sabe que van a llegar si no hace algo para evitarlo. Y no suele hacerlo. En el fondo le gusta estar ocupado, no hay otra explicación para que el muy cabronazo esté constantemente jugándose la vida, cosa que no le conviene estando su alma tan codiciada y comprometida.
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