No hace falta que diga que Hitchcock era un genio del suspense, de la planificación, del encuadre, del cromatismo, de la dirección, del vestuario y del cine, en general. Meticuloso y controlador hasta decir “corten” y más allá. No hace falta, pero ya lo he hecho mientras su Funko me vigila aquí al lado, en blanco y negro y claqueta en mano. Creo que alguna vez he comentado que crecí con sus películas. Desde muy pequeño, aunque al principio, por edad, no las llegara a entender, me atrapaban igualmente y me entretenían viendo una y otra vez algunas de sus películas, casi siempre Con la muerte en los talones o Los pájaros –películas que la familia tenía grabadas en cintas VHS. (Sí, antes había videos y se podía grabar directamente de la tele en unos trastos enormes en los que se metían cintas como panes en el horno)–. Sí, lo he comentado, pero no importa y no os jode que me repita porque en el fondo os encanta leerme y compartir nostalgias conmigo.
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