Así que, La mujer pálida, eh. Con ese título ya me olía yo que la cosa no iba de dramas existenciales rusos ni de romances decimonónicos. Al principio sí que pensé incluso en Bécquer y sus leyendas, pero pronto llegué al vampirismo. Si una dama está pálida es por falta de sangre –no precisamente por la de la regla– y si le falta sangre, es porque alguien se la ha “tomado prestada”.
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