El perfil del superhéroe — me acabo de enterar de que
legalmente solo los personajes de DC o de Marvel, pueden llamarse superhéroes
al ser esta denominación una marca registrada en EE.UU., y por eso otras
editoriales usan términos como “metahumanos” o “mutantes”— ha evolucionado bastante
desde su aparición. Empezaron siendo personajes masculinos y más tarde
incluyeron la figura de la mujer. En ambos géneros eran encarnados por personas
más o menos “decentes”, por llamarlo de alguna manera. O políticamente
correctos, si se prefiere. Es igual. De lo que estoy seguro es de que ni Stan
Lee, ni Bob Kane, ni Jerry Siegel, ni el burro en bicicleta que pasa por mi
ventana imaginaban que algún día una puta fuera una superheroína.
Porque de eso va The Pro, —abreviatura de
profesional. Madre soltera, fumadora y puta de profesión a la que un buen día
el Observador (parodia de El Vigilante) decide otorgarle poderes.
Así de brutal comienza este cómic. ¿Así de brutal? No. Mucho
más. En realidad, es algo aún más bestia…con nuestra pro-ta haciendo una
felación…
¿Nada mal para empezar y romper los tópicos del género, eh?
Pues es solo el principio. Añadámosle un cuidado lenguaje malsonante, alguna
que otra teta de vez en cuando, más tacos, violencia muy muy muy exagerada, sangrienta
y explícita… e incluso una lluvia dorada… Sí. Yo creo que, como cómic
transgresor de superhéroes, es bastante… transgresor.
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