Ser policía no es tarea fácil. Todos lo sabemos, no por
experiencia propia, sino por la multitud de filmes, novelas o series de
televisión que hemos mamado. Y si ser policía no es fácil en ninguna ciudad, en
Gotham, la ciudad del Caballero Oscuro, infierno para muchos de sus habitantes
y antítesis de la luminosa Metrópolis de Superman, es casi una misión
imposible.
Porque si bien es cierto que aparte de afrontar los crímenes
“normales” de cualquier ciudad, la Unidad de Crímenes Mayores también debe
enfrentarse a los monstruos y villanos del universo de Batman.
Sin embargo este no es un cómic de Batman. O más bien, sí,
lo es pero sin él. Tan solo aparece, y eso cuando aparece, de manera muy
tangencial, bien por alguna brevísima intervención, bien por la de alguno de
sus enemigos. Y el hecho de la ausencia del murciélago no es nada malo. Al
contrario. Con Gotham Central nos encontramos ante una serie alabada desde sus
comienzos, un prodigio del género negro de ese genio del guión que es Ed
Brubaker (recomiendo totalmente su Catwoman), una obra indispensable para
cualquier amante del género. ¡Olvidáos de Batman! Batman está bien, no puedo
decir lo contrario (de hecho Batman es conocido como el mejor detective del
mundo), pero si eres de los que camina por la librería y al ver bajo el título
de Gotham Central: Payasos y Lunáticos la cara del Joker, das media vuelta
creyendo que será alguna de esas historias del murciélago para la que además
tienes que saber de historias anteriores, te prevengo: te estarás perdiendo un
conjunto de historias (cuatro concretamente) de altísima calidad tanto en el
dibujo como en los argumentos.
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