Exembajador de España en el Vaticano (1985-1987), ateo militante y sin complejos, Gonzalo Puente Ojea (Cuba, 1924) presentó ayer en Pamplona su último libro, 'La cruz y la corona, las dos hipotecas de España', un ensayo crítico y mordaz sobre la influencia de la Iglesia en el poder político
"La religión es parte del poder civil", denuncia una y otra vez Gonzalo Puente Ojea, el único embajador ateo que España ha tenido en el Vaticano.
"Eso hoy sería impensable", sostiene el diplomático, ya jubilado, con un tono pausado que no oculta la contundencia de sus palabras. "La Iglesia mantiene en España los mismos privilegios que durante el franquismo, y eso es inaudito en cualquier país europeo. Y encima estamos yendo a peor", lamenta Puente Ojea, que ha centrado su último libro en la relación entre la religión católica y el poder político. "Hay dos temas sobre los que ya no se puede debatir en España, la religión y la corona. Son intocables", destaca.
-¿Tanto ha cambiado España como para no ser posible un embajador ateo en el Vaticano?
Sí, y mucho. La iglesia ha recuperado sus privilegios, y en gran parte gracias a la actitud que adoptó el PSOE durante la transición. Ya no hay socialistas de verdad, de la ideología en el PSOE sólo se mantiene la retórica. Por mucho que se diga, nadie ha tratado mejor a la Iglesia católica que el PSOE.
-Zapatero, sin embargo, se define como laico, y ha impulsado reformas como la ley del aborto o el matrimonio homosexual que han sacado a la Iglesia a la calle.
Zapatero no sabe lo que es el laicismo. Ignora todo y su cinismo es absoluto. Ha tomado medidas de legislación relacionadas con los derechos civiles porque los homosexuales y las mujeres son muchos miles de votos, y son medidas que generan opinión y afinidades. Pero poco más. Hoy en día las elecciones se han convertido en una filfa, y ya no se discute sobre nada importante. Y lo peor es que los ciudadanos están tan aclimatados que ya no se sorprenden por nada.
-¿Tan mala es la religión?
El teísmo es un conjunto de contradicciones, incoherentes entre sí. Si analizamos los contenidos de la fe veremos que son contradictorios. Han decidido que la Biblia es la revelación, pero no es más que un conjunto de escritos risibles, algunos crueles, desordenados y que no tienen coherencia. La revelación cristiana no tiene garantía alguna y menos en la época de la ciencia. El ateísmo está basado en el conocimiento y en la ciencia.
-Para mucha gente, sin embargo, la religión es positiva. Una fuente de felicidad y de alivio muchas veces.
Esta es una cuestión de conocimiento, de cómo se genera la creencia. Hay que partir de la base, de la raíz antropológica del ser humano, pero eso en los colegios no se toca. Por si acaso.
-¿La alianza histórica entre la Iglesia y la Monarquía es natural o una mera confluencia de intereses?
Es una cuestión de interés mutuo. La principal novedad que aporta el cristianismo es la vinculación entre el poder religioso y el poder político. Si Dios ha creado todo, la religión no puede ser diferente al imperio. Surge así la ideología monárquica, que es la confusión de los dos poderes, cada uno con su propio ámbito.
-¿Este fenómeno es igual en todos los países europeos?
Todas las monarquías europeas proceden de esa misma cepa. La diferencia reside en la cruzada española, un problema específicamente español que refuerza muchísimo el poder de la Iglesia en España.
-Visto lo visto, ¿vamos a una sociedad cada más teocrática?
En la transición se dijo que se iba a reformar la financiación del culto y del clero en cuatro años. Eso fue en 1976. Estamos en 2011 y sigue todo igual. Pero la Iglesia tiene un punto débil, que no puede fabricar dinero, y la financiación de la Iglesia puede ser un problema en el futuro. Quizá en este desastre que está provocando la crisis surjan algunas voces que cuestionen los privilegios de la Iglesia. Cuesta mantener el Estado de bienestar, y cuando aprieta el hambre deja de preocupar el alma. Puede que entonces llegue algún Gobierno que le quite todos los privilegios.
Visto en noticiasdenavarra.com
"La religión es parte del poder civil", denuncia una y otra vez Gonzalo Puente Ojea, el único embajador ateo que España ha tenido en el Vaticano.
"Eso hoy sería impensable", sostiene el diplomático, ya jubilado, con un tono pausado que no oculta la contundencia de sus palabras. "La Iglesia mantiene en España los mismos privilegios que durante el franquismo, y eso es inaudito en cualquier país europeo. Y encima estamos yendo a peor", lamenta Puente Ojea, que ha centrado su último libro en la relación entre la religión católica y el poder político. "Hay dos temas sobre los que ya no se puede debatir en España, la religión y la corona. Son intocables", destaca.
-¿Tanto ha cambiado España como para no ser posible un embajador ateo en el Vaticano?
Sí, y mucho. La iglesia ha recuperado sus privilegios, y en gran parte gracias a la actitud que adoptó el PSOE durante la transición. Ya no hay socialistas de verdad, de la ideología en el PSOE sólo se mantiene la retórica. Por mucho que se diga, nadie ha tratado mejor a la Iglesia católica que el PSOE.
-Zapatero, sin embargo, se define como laico, y ha impulsado reformas como la ley del aborto o el matrimonio homosexual que han sacado a la Iglesia a la calle.
Zapatero no sabe lo que es el laicismo. Ignora todo y su cinismo es absoluto. Ha tomado medidas de legislación relacionadas con los derechos civiles porque los homosexuales y las mujeres son muchos miles de votos, y son medidas que generan opinión y afinidades. Pero poco más. Hoy en día las elecciones se han convertido en una filfa, y ya no se discute sobre nada importante. Y lo peor es que los ciudadanos están tan aclimatados que ya no se sorprenden por nada.
-¿Tan mala es la religión?
El teísmo es un conjunto de contradicciones, incoherentes entre sí. Si analizamos los contenidos de la fe veremos que son contradictorios. Han decidido que la Biblia es la revelación, pero no es más que un conjunto de escritos risibles, algunos crueles, desordenados y que no tienen coherencia. La revelación cristiana no tiene garantía alguna y menos en la época de la ciencia. El ateísmo está basado en el conocimiento y en la ciencia.
-Para mucha gente, sin embargo, la religión es positiva. Una fuente de felicidad y de alivio muchas veces.
Esta es una cuestión de conocimiento, de cómo se genera la creencia. Hay que partir de la base, de la raíz antropológica del ser humano, pero eso en los colegios no se toca. Por si acaso.
-¿La alianza histórica entre la Iglesia y la Monarquía es natural o una mera confluencia de intereses?
Es una cuestión de interés mutuo. La principal novedad que aporta el cristianismo es la vinculación entre el poder religioso y el poder político. Si Dios ha creado todo, la religión no puede ser diferente al imperio. Surge así la ideología monárquica, que es la confusión de los dos poderes, cada uno con su propio ámbito.
-¿Este fenómeno es igual en todos los países europeos?
Todas las monarquías europeas proceden de esa misma cepa. La diferencia reside en la cruzada española, un problema específicamente español que refuerza muchísimo el poder de la Iglesia en España.
-Visto lo visto, ¿vamos a una sociedad cada más teocrática?
En la transición se dijo que se iba a reformar la financiación del culto y del clero en cuatro años. Eso fue en 1976. Estamos en 2011 y sigue todo igual. Pero la Iglesia tiene un punto débil, que no puede fabricar dinero, y la financiación de la Iglesia puede ser un problema en el futuro. Quizá en este desastre que está provocando la crisis surjan algunas voces que cuestionen los privilegios de la Iglesia. Cuesta mantener el Estado de bienestar, y cuando aprieta el hambre deja de preocupar el alma. Puede que entonces llegue algún Gobierno que le quite todos los privilegios.
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