Título: Thor
Dirección: Kenneth Branagh
País: Estados Unidos
Año: 2011
Duración: 130 min.
Reparto: Natalie Portman, Chris Hemsworth, Kat Dennings, Idris Elba, Anthony Hopkins, Ray Stevenson, Stellan Skarsgård, Tom Hiddleston, Clark Gregg, Jaimie Alexander
El viernes pasado vi Thor, mi dios favorito. Me gustó, la verdad. Dos horas de entretenimiento. A los que han seguido los cómics (y yo estoy empezando esa tarea) no les defraudará (a pesar del revuelo montado en yankilandia al enterarse de que Heimdall, el guardian del puente del arco iris, dios nórdico, y, por tanto, blanco, iba a ser interpretado por el actor negro Idris Elba –joder, ese si que es un buen nombre para un personaje-).
Divierte la pose y la forma de hablar del dios del trueno en la Tierra (“Esta forma mortal empieza a debilitarse. Necesito nutrirme”).
A Chris Hemsworth el papel le va como un guante, al igual que a Anthony Hopkins el de Odin.
Natalie Portman hace un papel de relleno. El papel de la chica. Lo ha hecho ella como podía haberlo hecho cualquier otra actriz, ya que su papel es algo más que secundario.
Loki, los efectos, los gigantes de hielo,… pues todo bien.
Me decepcionó el final un poco, y el final del final. Esas escenas que suelen incluirse al terminar de pasar los créditos. Se supone que debe ser algo que te deje con ganas de más, como en Iron Man, en donde se nos anticipaba la aparición de Thor por medio de la aparición de su martillo en pleno desierto. Esta vez no es así.
Por lo demás, una peli más de superhéroes. Correcta, pero ni mejor ni peor que otras de la Marvel.
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