Título: 127 horas
Título original: 127 Hours
Dirección: Danny Boyle
Año: 2010
Duración: 94 min.
Género: Drama, Thriller, Aventuras, Biográfico
Reparto: James Franco, Kate Mara, Amber Tamblyn, Sean Bott
Guión: Danny Boyle, Simon Beaufoy
No voy a ahondar en si Boyle ha bajado el listón ni en hacer un recorrido por su filmografía. No me apetece enrollarme a hacer una reseña analizando los pormenores paralelos de su carrera. Voy a hablar simple y brevemente de la película, olvidándome de las obras anteriores de su director.
No voy a ahondar en si Boyle ha bajado el listón ni en hacer un recorrido por su filmografía. No me apetece enrollarme a hacer una reseña analizando los pormenores paralelos de su carrera. Voy a hablar simple y brevemente de la película, olvidándome de las obras anteriores de su director.
127 horas empieza como un videoclip. Con estética videoclipera y la pantalla dividiéndose en tres franjas verticales (cuyo sentido no entiendo) y música a juego con lo que vemos.
Después la pantalla vuelve a la unicidad. ¿El sentido? Ya digo, no lo entiendo. ¿Tal vez transmitir las ganas que tiene de moverse del protagonista? ¿De no quedarse quieto, como lo va a tener que estar durante 127 horas?
¿Hace falta que cuente de qué va la peli? Creo que todo el mundo sabe que está basada en una historia real, que la amputación que vemos en pantalla durante dos minutos en la realidad fue de horas…
Y ya está. Si es que realmente no hay más que contar: un tío, (un inconsciente que se va sin decir a dónde), ve su brazo atrapado por una roca y tras muchos intentos y cinco días sobreviviendo con alguna galleta y algo de agua, antes que dejarse vencer por la muerte, se corta el brazo. Punto. Final feliz.
Todo esto sazonado con recuerdos de infancia y juventud, momentos de miedo a no volver a ver a familia y amigos,… Un melodrama. Un telefilme de Antena 3 para el sábado por la tarde.
No es para los Óscar. Tal vez en el apartado de la fotografía, y eso es más mérito de la naturaleza que de nadie, pero hasta ahí concedo.
De todas formas, la película se puede ver para pasar el rato, para desconectar, para estar sin pensar, y eso de vez en cuando viene muy bien.
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