Guión: Peter Morgan
Género: Drama
Duración:
Reparto: Matt Damon (George), Cécile de France (Marie), Lyndsey Marshal (Jackie), Thierry Neuvic (Didier), gemelos (Frankie y George McLaren)
Música: Clint Eastwood
Parece que el bueno de Eastwood está bajando el ritmo, no el de realización de películas, sino el ritmo interno de estas. Si ya Invictus se me hizo algo larga (e incluso algo impropia de él en las interminables secuencias de los partidos) esta Hereafter ha sido larga, lenta y decepcionante. Y aunque en esta ocasión el tempo es el apropiado, no puede evitarse una cierta sensación de lentitud.
Una mujer que ha sobrevivido a un tsunami (la aparición de este en las secuencias iniciales ha sido motivo de retirada temporal de cartel en Japón) y ha experimentado “algo” más allá; un niño que pierde a su hermano en un atropello y un médium (Matt Damon) de los de verdad (que no ve su habilidad como un don, sino como una maldición), son los personajes de esta trama.
Sabemos que los tres ejes que se nos van contando están condenados a confluir y que tenemos que saber algo de cada una de ellos, conocer su historia previa antes de que se produzca el cruce. Pero durante el visionado, la percepción que nos asalta es, salvo en la historia del niño (la más llena de matices, en la que más se profundiza, la que anima y sostiene la película ya que las otras dos hacen caer el interés bastante), de una gran lentitud e incluso de ansiedad por el esperado encuentro entre la mujer que ha visto lo que hay más allá y el médium. Porque esperamos que el médium nos diga algo importante, que se lo diga a la mujer… pero no hace nada. La película se acaba, dejándonos con un malestar y decepción en el cuerpo.
Nos deja pensando que podíamos haber visto otra película en vez de haber perdido el tiempo.
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