Es toda una putada, una gran
putada, que un domingo de verano, víspera de Santiago, y días antes de las
fiestas de Vitoria, cuando estás disfrutando del mejor pincho de tortilla de
patatas del mundo (con el huevo a medio cuajar y las patatas cocidas aunque
crujientes) recibas una llamada del trabajo. Una llamada que va a cambiar tu
vida a peor y ni te imaginas cuánto. No lo sabes en ese instante. No tienes ni
idea. De momento solo eres consciente de lo que te dice la persona al otro lado
del teléfono: al igual que veinte años antes, se han encontrado dos cuerpos
desnudos. Chico y chica, con las manos apoyadas en la mejilla del
otro…
Así comienza este libro…
Aunque no exactamente. El comienzo es un par de hojas anterior, con una
presentación a lo El crepúsculo de los dioses, y un
narrador, Unai López de Ayala, nuestro protagonista, que ya de primeras nos
avisa que cerró el caso siendo la última víctima de un asesino en serie y con
tiro en la cabeza.
Reseña completa en LyL.
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