24 junio 2014

Dexter



“Esta noche es la noche”. Creo que esa es la frase con la que se abre Dexter, la famosa y ya terminada serie de Showtime. Una frase que se repetirá algunas cuantas veces y que marca el destino de las víctimas de este forense experto en manchas de sangre y asesino en serie a la vez.

No hice mucho caso en el momento de su estreno; por aquel entonces las series no gozaban de tanto prestigio como actualmente ni abundaban tanto ni tenían el nivel de ahora, o a mí no me lo parecía. Y además la política de emisión de series de las cadenas es de autentico asquito… Así que, si no llega a ser porque mi hermano me la recomendó puede que nunca me hubiera tragado, y no lo digo peyorativamente, todas las temporadas ( ocho, que sí, que no deberían haberse alargado tanto, que la última sobraba , pero había que verlas todas, ¿no?). Y se lo agradezco (aunque el final, pufff, no sé yo…) Pero bueno, que en líneas generales no dejó de ser una buena serie.

Dexter Morgan no es normal. Nunca lo ha sido y nunca lo será. No es capaz de desarrollar los sentimientos que cualquier persona alberga. No tiene emociones. Todo lo que expresa es teatro aprendido gracias a las lecciones que su padre adoptivo, policía para más inri, le enseñó cuando se dio cuenta de que le dominaba su “oscuro pasajero”. Cuando notó que los instintos asesinos de su hijo no se iban a limitar a los animales trató de encauzarlos y le dio un código para, por decirlo de alguna forma, matar bien, el código de Harry:

-Nunca ser atrapado en el acto.
-Nunca matar a una persona inocente.
-Siempre dedicar el tiempo necesario para asegurarse de que la víctima sea la correcta para eliminarla.
-Tener en cuenta que uno mismo es quien controla los impulsos asesinos, no al revés.
-Fingir las emociones y el comportamiento de modo que uno pueda encajar en la sociedad, sin destacar
-En un examen psicológico hay que responder lo opuesto a los sentimientos.
-Nunca hay que involucrarse emocionalmente, eso puede traer muchos problemas y evita poder pensar claramente.
           -La muerte debe servir a un propósito, de lo contrario es un mero homicidio.


Así que, dejaremos a un lado la anormalidad de que un asesino en serie se dedique a matar a otros asesinos en serie que escapan de la ley, y la cantidad de asesinos en serie que hay en Miami, para hablar brevemente del cómic que nos ocupa: Dexter.

Reseña completa, aquí.




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