23 febrero 2013

American Horror Story. Asylum

Bueno. Pues ya me he zampado (porque no se le puede llamar de otra forma) la segunda temporada de American Horror Story, que lleva por sobrenombre "Asylum". Recupera personajes de la primera temporada pero no es una continuación. Cada temporada, de las diez previstas, tiene su trama y los actores interpretan distintos personajes (tiene su gracia a veces ver el papel que les toca en AHS2 y compararlos con la precedente).

En esta ocasión la historia de horror transcurre en un manicomio. Hay nazis, aliens, diablos, y asesinos psicópatas. La primera mitad de la serie, hasta el episodio seis o siete, ha tenido un nivel muy alto. A partir de ahí ha bajado un poco, pero han seguido teniendo un gran nivel.

Como curiosidad dejo un tema musical que viene en el 2x10, que no viene mucho a cuento, pero que me gustó mucho, tanto por la canción como por el bailecito.



En definitiva una serie de calidad que se disfruta y que seguiré viendo, a pesar de que esta temporada ha tenido más de macabro que de terror.

Dejo un enlace a yonomeaburro, donde Mariló analiza impecablemente, entre millones de series, esta.

16 febrero 2013

Batman: ¿Qué le sucedió al cruzado enmascarado?





Batman: ¿Qué le sucedió al cruzado enmascarado? 

Edición original: Batman: Whatever Happened to the Caped Crusader? 
Guión: Neil Gaiman 
Dibujo: Andy Kubert  
Formato: Libro cartoné, 88 págs., color. 
Precio: 9,95 € 

¡Gothamitas: Batman…ha muerto! El hombre de excepción que ante Dios y ante la Historia asumió la inmensa responsabilidad… ¡Oh, cállate ya, trasunto de Arias Navarro y déjame a mi! 

No soy yo de releer nada. Ni libros ni cómics. Y todavía no sé muy bien el porqué, pero algo me llamaba a revisitar este Batman: ¿Qué le sucedió al cruzado enmascarado? Tal vez sea porque tras leer Buenos presagios y American Gods necesitaba más chute de Gaiman en lo que, en mi opinión, mejor se le da: el cómic. Además, habiendo finiquitado dos días antes Batman Tierra Uno, tenía, cual embarazada, antojo por este relato corto que es ya, a pesar de tener menos de tres años, todo un clásico y que fue uno de los cómics más esperados de su año, (2009). 

En Batman: ¿Qué le sucedió al cruzado enmascarado? asistimos al funeral del propio Batman. Un velatorio en la trastienda de un bar del Crime Alley o callejón del crimen, el lugar en el que comenzó la historia del murciélago; el lugar en el que los padres de Bruce Wayne fueron asesinados. Estaba cantado que con la vida disoluta y nocturna que nos llevaba Bats, tarde o temprano iba a tener un percance mortal. Pero sabiendo que las muertes de los superhéroes son algo… “efímeras” y que estos nunca acaban de morir del todo porque o bien resucitan por sabe Dios qué idea feliz del guionista de turno, o aparece un clon o el mismo héroe de otro universo paralelo…Gaiman tenía que esmerarse en contar algo que realmente valiera la pena. Y así sucede. 

La reseña íntegra en LyL

11 febrero 2013

Batman: Tierra Uno



Batman: Tierra Uno
Guion: Geoff Johns
Dibujo: Gary Frank
Formato: Cartoné,
144 págs, a color
15,95€
Antiguamente, los reboots o relanzamientos se hacían para cuadrar las cosas. Inconsistencias o incoherencias que no tenían sentido con las historias que se estaban contando en ese momento por chocar con el pasado o el origen de tal o cual héroe. También por haber una superpoblación de universos paralelos que podían complicar el seguimiento de una u otra colección.
Ahora mismo, se hace por escasez de ideas, por atraer nuevos lectores y por la pasta.

Hete aquí que tenemos un nuevo año uno, un nuevo reboot para el murciélago. Un nuevo comienzo. Begin to brgin que decía Garci.Si en Marvel tenemos la línea Ultimate para actualizar los orígenes de los personajes más icónicos (y sacarnos las perras también) en DC su equivalente sería el sello Tierra Uno (del que hasta la fecha han salido dos entregas de Superman y este Batman).

Todavía no tengo claro si se trata de un universo paralelo (dado el planetario nombre de Tierra Uno, me inclino por ello) o de otro nuevo principio, pero sea como sea el nombre es lo de menos. Siempre hay/tengo curiosidad por saber en qué va a cambiar una historia archiconocida por todos; en qué se va a fijar el guionista; qué detalle va a potenciar; qué aspectos, vitales hasta entonces para el personaje, se van a minimizar o despreciar; ¿su círculo de amistades seguirá siendo el mismo?; ¿cómo va a definir el origen de los villanos?, etc, etc, etc.
Todo esto, en el caso de Batman se incrementa exponencialmente: ¿cómo empezará a fabricar sus batiaparatos? ¿Y la batcueva? ¿Y el batmovil? ¡Por favor, que no haya un Robin!...

Tras la ya finiquitada saga cinematográfica de Nolan parecía que poco podía aportarse a los cómics del murciélago, pero no señor. La sombra del director y la nolanización del personaje es y será alargada por mucho tiempo, pero ahí donde haya un buen guionista (qué teatrera me ha salido esta frase) siempre podrán surgir ideas nuevas o complementarias de otras.

Reseña completa en LyL

07 febrero 2013

Hitchcock




Dirección: Sacha Gervasi  
País: USA  
Año: 2012.  
Duración: 98 min.  
Interpretación: Anthony Hopkins (Alfred Hitchcock), Helen Mirren (Alma Reville), Scarlett Johansson (Janet Leigh), Toni Collette (Peggy), Jessica Biel (Vera Miles), James D’Arcy (Anthony Perkins)
Guion: John J. McLaughlin; basado en el libro “Alfred Hitchcock and the making of Psycho”, de Stephen Rebello.   
Música: Danny Elfman

Hitchcock no es digna de Hitchcock. Los distribuidores españoles, tan amigos como son a menudo de colocar a los títulos estúpidos subtítulos que hacen enrojecer de vergüenza a cualquiera, esta vez han preferido obviarlo. Cuánto mejor habrían hecho en añadir un escueto “el rodaje de Psicosis”, (que para inri es el título completo, original y claro) pues en el fondo de esto de lo que va la peli, y no de la vida del tito Alfred como puede darse a entender con el sencillo título de Hitchcock a secas. No es una película redonda y aunque sí es entretenida a veces llega a aburrir. Es curiosa en algún momento, pero uno esperaba ver en acción al genio que torturaba psicológicamente a las rubias; que se colara alguna de esas anécdotas de rodaje - aunque correspondiera al rodaje de otra película y no del de Psicosis-, para que quedara reflejada la merecida fama de cabroncete que tenía con sus actrices.

En Hitchcock se aborda la lucha que tanto él como su mujer, Alma Reville, llevan a cabo al querer rodar una cinta en la que nadie cree y  que ningún estudio quiere financiar. Una cinta que abrirá brechas en la relación, que deberá financiar el matrimonio hipotecando su casa; que provocará el temor de Hitchcock al fracaso –muy buena la frase de su mujer: “¿no querrás hacer esta película, porque todo el mundo te dice que no lo hagas, verdad?”-, miedo a dejar de ser un genio, a que sea su última película…
También en cierto modo Hitchcock parece ser un esfuerzo justiciero por dar a conocer al mundo que tras el director británico, se encontraba una mujer tan capaz como él que siempre quedaba tapada, eclipsada en un segundo plano, y que apoyaba a su marido en los malos momentos y le cedía todos los honores en los buenos.

En resumen, es una película regulera (ni de lejos es una de las mejores películas de 2012 como he leído), que pretende mucho y parece desinflarse a medida que avanza, como si el director esperara que teniendo a Hopkins y a Mirren la película avanzaría por si misma.
Las interpretaciones sí, son buenas, sobre todo la de Helen Mirren. Hopkins, bueno, bien… Scarlett aparece poco y lo hace bien. Biel, lo mismo. Pero lo más importante es que, se pongan como se pongan, NO ES UN BIOPIC, de la misma forma que Lincoln tampoco lo es. Es un mero trocito en la vida del director. Nada más.

A pesar de todo, es inevitable que los que hemos crecido con sus ciclos de los lunes en la 2, en aquellos tiempos en los que la tele era mucho mejor y sólo estaban la primera y la 2, caigamos en la tentación y vayamos a verla. Porque lo cierto es que, yendo avisados de que lo que se va a ver es el making off de Psicosis y todo lo que le rodea, la cinta está bien. Yo fui a verla, y había leído previamente críticas negativas (pero la opinión que realmente vale es la mía). Y la vi porque, pese a todo, he sido y soy muy fan de Hitchcock, y todo aquel que se considere así, acaba viéndola. Y eso es mérito de sir Alfred, no de esta cinta.

Los que hemos visto una y otra vez La ventana indiscreta o Con la muerte en los talones en casa de la abuela porque la teníamos grabada y cada vez que íbamos las veíamos necesitamos conocer algo más a uno de los grandes, a alguien que despertó en muchos de nosotros el gusto por el buen cine.

04 febrero 2013

Era solo una perra

Patente de corso

Era sólo una perra

XLSemanal - 04/2/2013

Era sólo una perra. Una galga flaca y asustada, como las que ahorcan algunos cazadores cuando ya son viejas e inútiles, con tal de ahorrarse un cartucho. Cuatro días estuvo correteando por los túneles del Metro de Madrid sin encontrar la salida. La vieron conductores, vigilantes y viajeros. Fue grabada en video corriendo despavorida por las vías, de túnel en túnel, huyendo de los trenes que pasaban a toda velocidad. Cuatro días de oscuridad, aturdimiento, soledad y angustia. De miedo atroz. Anoche vi uno de esos videos en Internet y me levanté de la silla con una desolación y una mala leche insoportables. Por esto tecleo estas líneas, ahora. Para desahogar mi tristeza y mi frustración. Mi rabia. Para ciscarme por escrito en los responsables del Metro de Madrid y en la puta que los parió.


La galga abandonada fue vista un jueves vagando por los túneles. Corría aterrada por el estruendo de los trenes, esquivándolos en la oscuridad. Al comprobar que el personal del Metro no hacía nada para rescatarla, algunos viajeros avisaron a asociaciones de protección animal, que pidieron permiso para actuar. Ya ocurrió algo semejante en Barcelona, cuando para salvar a un perro perdido en el Metro se detuvo el servicio tres horas, en un rescate en el que participaron bomberos, guardias urbanos y empleados de la perrera municipal. En Madrid, sin embargo, los responsables del transporte subterráneo se negaron a intervenir. Sólo dieron largas: se ocupaban de ello, la galga se había llevado a una protectora de animales, ya no estaba en las vías, etcétera. Enrocada en su estúpida indiferencia, la empresa municipal rechazó todas las propuestas: jaulas trampa puestas en los huecos de los túneles o los andenes, unos minutos de parada de trenes para actuar con una escopeta de dardos narcóticos. Nada de nada. Nosotros nos ocupamos, repetían. Y punto.


Pero mentían. Nadie se ocupaba de nada. La perra entró en los túneles un miércoles. Dos días después, al ser vista entre las estaciones de Sainz de Baranda e Ibiza -corría asustada bajo el andén, huyendo del tren que venía detrás-, seis asociaciones de defensa animal pidieron al Metro permiso para bajar a las vías y rescatarla. La empresa negó el permiso. El sábado a las 7 de la tarde, en la estación de Sainz de Baranda, un conductor dijo que había visto al animal tirado junto a la vía, en el túnel, a ciento cincuenta metros del andén. Rogaron los activistas que alguien bajara a la vía para ver si la perra seguía con vida, pero se les negó. Pidieron que se detuvieran los trenes durante unos minutos para proceder ellos mismos al rescate, y también se les negó. Mientras tanto, el andén se llenó de vigilantes encargados de controlar a los miembros de las asociaciones protectoras. «Vaya follón -oí decir a uno en el video de Internet- va a montar el puto perro».


Hartas de aquello, dos mujeres, Irene Mollá, de la asociación Más Vida, y Matilde Cubillo, de Justicia Animal, decidieron echarle ovarios. Mediaban 18 minutos entre el paso de cada tren, así que saltaron a las vías desoyendo las órdenes del jefe de Seguridad del Metro, para internarse en el túnel con las pantallas de sus teléfonos móviles como linternas. Al poco regresaron trayendo a la galga en brazos, tapada con una chaqueta, todavía sangrando con una pata amputada. Atropellada. Muerta. En los cuatro días transcurridos, cuando aún estaba viva y sana, ningún vigilante había acudido a rescatarla, ningún empleado se arriesgó a una sanción por parar el tren. Los convoyes, que se inmovilizan cuando caen a las vías unas llaves o un teléfono para que el personal baje a buscarlos, los conductores que si hay huelga ignoran los servicios mínimos cuando conviene al sindicato correspondiente, no pudieron detenerse unos minutos para rescatar a la galga extraviada. Habrían sido sancionados, claro. Paralizar el tráfico suburbano por una perra, nada menos. Y eso, en un Madrid donde no falta día sin que una concentración ciclista, cabalgata, procesión, verbena, manifestación autorizada o ilegal, paralice impunemente la ciudad, corte el tráfico, bloquee autobuses o taxis y causa atascos monstruosos mientras la autoridad competente, vía sufridos policías municipales, se limita a encogerse de hombros cuando le preguntas cómo carajo llegar al trabajo o a tu casa.Y, bueno.

Me cuentan que las asociaciones de defensa animal se han querellado contra los responsables del Metro de Madrid por omisión de socorro, maltrato animal o como se califique este puerco asunto. Así que desde aquí ofrezco mi firma. Espero que retuerzan el pescuezo a esos tipos. Y tipas. Ojalá, en memoria de aquella pobre perra asustada, les saquen a todos las entrañas.



02 febrero 2013

Trailer de Byzantium: vampiras de Neil Jordan

Neil Jordan, director de Entrevista con el vampiro, vuelve (por fin) a los vampiros con Byzantium, la historia de dos vampiras (madre e hija) durante dos siglos. Byzantium es el burdel que abre la madre. Tras ver el trailer sólo puedo decir; ¡mola, mola, mola!
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