Lo más difícil es
el comienzo. Ya sea al empezar a escribir un libro o una reseña. Dar con esa
frase o frases que hagan morder el anzuelo al lector lo suficiente como para
que siga queriendo leer las siguientes. Y luego ya, claro, saber mantener el
ritmo y las expectativas, o elevarlas más. Empezar con un terremoto y de ahí
para arriba, que diría Cecil B. DeMille.
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