Me encantan las bandas sonoras. De siempre. Son como una
navaja suiza. Las puedes usar para todo. De pequeño me las ponía de fondo para
estudiar y aislar el ruido del exterior y poder concentrarme. En el gimnasio me
ayudan dando ese empujoncito en la espalda en los momentos en los que estoy a
punto de tirar la toalla. Cuando limpias la casa o cocinas también hacen su
labor. Hay una banda sonora para cada momento y cada momento tiene su banda
sonora. Y hay bandas sonoras que no son otra cosa sino arte.
Reseña completa en LyL.
Reseña completa en LyL.