Llega un momento en el que uno busca cosas diferentes en el
universo del cómic de superhéroes. Y no porque deje de gustarle ni porque se
haya hartado de ellos. Simplemente le apetece un cambio, conocer otras
historias de ese mundillo, otros autores y otros personajes con historias no
tan heroicas, o al menos no en el núcleo principal.
Y así, me encuentro con Black
Hammer. Orígenes secretos. Un cómic que, si es alabado por un artista del
noveno arte como Mark Millar, cuyo trabajo me divierte y que se refiere a este
cómic así: “Hace años que no leía un cómic tan loco y brillante como Black
Hammer”, como mínimo debe de merecer la pena.
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