29 marzo 2013

American vampire 5



Autores: Scott Snyder, Rafael Albuquerque
Editorial: ECC
Encuadernación: Cartoné
Páginas: 176
Precio: 17,95 euros


«Esto es lo que los vampiros no deberían ser: pálidos detectives que beben bloody marys y sólo trabajan de noche; caballeros sureños desesperados de amor; adolescentes anoréxicas; chicos juguete con grandes ojos de cordero degollado.
¿Cómo deberían ser? Asesinos, cariño. Asesinos fríos como la piedra que nunca tienen suficiente de ese sabroso tipo A positivo. Cazadores. En otras palabras, América de Medianoche. Rojo, blanco y azul, con acento en el rojo. Esos vampiros han quedado secuestrados por un montón de romance de baja estofa»

Este párrafo —muy acertado, por cierto— es de Stephen King. Y lo incluyo no sólo por toda la verdad que encierran sus palabras sino porque además el propio King, junto con Scott Snyder, participó en el guión del primer número de la colección American Vampire. ¿¡Un cómic de vampiros DE VERDAD en el que participaba King, el autor de El misterio de Salem’s Lot!? ¿Podía resistirme? ¡No! Así que, en su momento, cuando salió el número uno, hace ya tres años, (¿¡tres años y no os he hablado de este cómic!?) me lancé de cabeza por él. Y me gustó. ¡Mucho!
Vampiros terribles, feroces, sedientos de sangre, con unas manos con dedos que parecen cuchillos capaces de cortar cabezas… ¡Sí! El género volvía a contar con una buena obra más que equilibrara la balanza.
Desde entonces han caído todos y todos han mantenido un gran nivel narrativo y de calidad. Tanto me gusta esta serie que la imagen de mi perfil de twitter  es la de Skinner Sweet, uno de los vampiros más carismáticos y canalla que hayan existido ever. De hecho, es el primero de una nueva raza de vampiros, el primer vampiro americano, —aunque lo correcto sería decir norteamericano, pero como los yankis se han apropidado de la palabra América y sus derivados, vamos a dejarlo así. Más poderoso y resistente que los viejos y decadentes vampiros europeos y con la peculiaridad de poder caminar bajo el sol.

Antes de seguir debo avisar de que, al contrario que en otras colecciones comiqueras, American Vampire merece leerse desde el principio y en orden, ya que, aunque suelen ser historias autoconclusivas, los personajes principales han sufrido tantos giros, aventuras y evoluciones argumentales que si no se sigue el orden de lectura cronológico el lector puede perderse, y, de hecho, se perderá.

Y entrando ya en materia, ¿qué encontramos en American Vampire 5? Pues dos historias que transcurren en 1954 hábilmente enlazadas para que parezcan una y las dos la mar de entretenidas, aunque es la segunda la que contiene el grueso principal de este volumen. En ella, nuestra vampira Pearl Jones, se verá obligada a trabajar para los Vasallos del Lucero del Alba (una organización a lo Van Helsing), para vengarse de un ataque que han sufrido ella y su marido, Henry, —humano— de un aquelarre de vampiros malvados del que Henry ha quedado muy malherido (tal y como acabó el tomo 4). Los Vasallos han recibido informes de que algunos integrantes de dicho aquelarre pueden estar siendo ayudados por magnates de la industria de Hollywood. Aquí es donde la “caza de brujas” de la época, se convierte en “caza de vampiros”.

La reseña completa en LyL.

Bonito cuadro. ¿Alguien sabe de quién?


24 marzo 2013

La tumba de Julio Verne

Tal vez comience hoy una nueva sección dedicada a las tumbas más potitas. Hoy tenemos la de Julio Verne, mezcla de Evil Dead y Superman.

Patxi López trabajando duro en el Parlamento


Para eso querían los ipads. Y encima no pudo bajarse la aplicación porque era incompatible. Así son nuestros políticos. Pero que no se les toque el sueldo y sus pensiones garantizadas de por vida con tan solo ocho "duros" años de trabajo.

22 marzo 2013

Tenía que ponerlo


Bipolar


El niño que robó el caballo de Atila


Año de edición: 2013
Editorial: EDITORIAL LIBROS DEL SILENCIO
Nº Pág.: 136

Bueno, bueno, bueno. En su día me hice con los derechos de reseña de la novela Una comedia canalla sin saber nada ni de ella ni de su autor, el jovenzuelo Iván Repila. Sí, llamadme loco. Pero tanto me gustó que acabé nombrándolo libro del año y amplié mis derechos de reseña a la obra del autor. Y aquí estoy, cumpliendo mi parte del trato después de que el bilbaíno haya hecho la suya.

El niño que robó el caballo de Atila es, sin duda, la (soterrada) continuación lógica, esperada y salvaje de las aventuras de Una comedia canalla. John, Jim y Jack han logrado escapar a su paradisiaco Acapulco soñado pero a Jack se lo ha cargado un vendedor ambulante de helados y ahora los otros dos son sospechosos de violar a turistas extranjeras.
Ahora en serio, hombre. Me habría gustado una continuación, pero ya caerá, ya. El niño que robó el caballo de Atila es un cambio de rumbo total sobre su anterior novela. Por extensión, 136 hojas, e incluso por el contenido, podríamos hablar de cuento más que de novela, sin que ello suponga un demérito. También porque en algunos momentos alguna sinapsis extraña en mi cerebro me trasladaba a la historia de Hansel y Gretel de los hermanos Grimm, o tal vez no sea tan extraña esa sinapsis…
Lo cierto es que esta novela se nota más adulta, cruda e intimista a pesar de que los protagonistas son dos niños. Dos niños, dos hermanos, el Grande y el Pequeño, en circunstancias adversas a las que tratarán de sobrevivir.

La reseña completa en LyL.



15 marzo 2013

Berserk



Titulo Original: Berserk
Autor: Tim Lebbon
Editorial: La Factoría de Ideas
Colección: Eclipse
Paginas: 288
ISBN: 9788490180358
Precio: 20,95 €


Si cogemos esa ayuda fiel que siempre te acompaña y que es la Wikipedia y tecleamos berserk, descubriremos álbumes de black metal, un manga, una película, una banda de tecno pop, un videojuego, una raza de guerreros bárbaros de otro videojuego y un efecto de estado en una variedad de juego de rol. Así, para empezar.
Pero si buscamos berserker, que es realmente la palabra usada en las páginas de Berserk, ya entendemos más la relación entre su significado y el meollo del libro. Los bersekers eran guerreros vikingos que combatían semidesnudos y sin protección y entraban en combate tras ponerse ciegos de sustancias psicotrópicas (como si la batalla fuera su rave particular) lo que les hacía casi insensibles al dolor. Su presencia acojonaba tanto a enemigos como a compañeros, pues a menudo no distinguían a unos de otros en su viaje. (Me imagino al techno viking- si no sabéis de quién hablo, buscadlo en youtube- hasta arriba de pastis y me da miedito).

Pero en Berserk no tenemos ni vikingos ni drogas ni batallas. Aunque los tiros van ligeramente en la dirección de los trances de furia y… hasta aquí puedo leer, no temas, no voy a desvelarte nada importante, lector, no en este párrafo.

Puede que haya perdido mi percepción sobre lo que es el terror. Que ya me haya acostumbrado demasiado a ciertos temas recurrentes (vampiros, zombis, demonios…, por poner un ejemplo, no quiero decir que nada de esto aparezca en Berserk) y cosas anormales que antes (tal vez) asustaban, pero ya no. El libro, en mi opinión, de terror tiene poco. Es más bien un thriller y una road movie sin fin de persecución sin descanso, con tres protas principales: los dos que huyen y el villano que les persigue. (Aunque, realmente es difícil decir quién es el villano, al menos hasta el final).

La reseña completa en LyL.

09 marzo 2013

El café y Batman


Catwoman 2. La noche de los búhos



Catwoman 2. La noche de los búhos
Dibujo: Adriana Melo y Guillem March
Formato: Rústica
Guión: Judd Winick
Páginas: 144

Cuando hace unos meses me hice con Catwoman 1 no fue porque fuera seguidor del personaje, que no lo soy (o no lo era…) ni porque hubiera leído buenas críticas del cómic (críticas que más tarde sí encontré). No. No tenía ni idea de esa nueva colección, ni la esperaba ni la echaba de menos. A decir verdad, de la gata sólo había leído hasta entonces la etapa de Brubaker (porque me la habían recomendado y me gustó muchísimo) y Catwoman: Si vas a Roma (cuya historia no me gustó, aunque sí el dibujo). Pero hay veces en las que uno tiene que fiarse de su instinto “felino” y esta fue una de esas veces. Lo que me decidió a comprar ese primer tomo fue que el dibujo era de Guillem March, (sí, otro español allende los mares trabajando para una gran editorial) y es un dibujo que me encanta. De camino a la caja lo ojeé por encima, no para acabar de convencerme, sino para regocijarme en el tesoro que me llevaba.
Ya en casa, la historia me enganchó desde el comienzo hasta el final. (Ese asunto con Batman yo nunca, ¡nunca! lo había visto, al menos no tan… así).  Y además había una violencia salvaje y explícita, palizas, sangre, y una trama muy atractiva. Todo digno de ser adaptado al cine por Tarantino. Gocé como un enano. Estaba claro que el segundo tomo iba a caer. Catwoman ya me tenía en su poder.

Y así ha sido. En este Catwoman 2, Selina no las pasa tan putas como en el primer tomo. Incluso puede relajarse un poco y robar por robar, por  el mero placer de sentir la adrenalina y conocer algo parecido a un romance.
Los polis corruptos siguen tras ella para encontrar el dinero que les robó, mientras la gatita se dedica a robar cochazos caros y forma equipo con un joven. Aparecerá también el Tribunal de los Buhos (más que nada para interrelacionar todas las colecciones del nuevo universo de DC) y también se las tendrá que ver con alguien que está tras unas cuantas desapariciones de prostitutas, cosa que removerá indirectamente viejos y olvidados fantasmas de nuestra chica.
Tramas que siguen sin cerrarse, otras que se abren y tampoco concluyen y otra que transcurre en paralelo junto con otros sucesos del nuDC. Y todo tan bien ensamblado como la brillante armadura de Iron Man. Sí, señor.

Reseña completa en LyL.





02 marzo 2013

El resplandor II


La salida a la calle de la secuela de El resplandor, está prevista  para septiembre de este año. De momento, tenemos la portada.
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