09 mayo 2015
08 mayo 2015
Los guardianes del Louvre
Recuerdo que una vez, de pequeño, en una de las frecuentes
veces en las que caía enfermo, llegué a tener tanta fiebre que me levanté de la
cama porque empecé a delirar y a ver algo… No me invento nada. Estuve un buen
rato dando vueltas alrededor de la cama porque me seguía una cosa verde pero
transparente. Era como el fantasma glotón de Cazafantasmas (y la película
llegaría unos años después. Sí, sé lo que estáis pensando: soy un visionario…),
pero sin cara ni brazos y solo hacía eso, seguirme. No volví a ver esa cosa
nunca más, pero para mí –y por lo visto, sólo para mí– fue una visión clara,
tan clara que todavía me acuerdo.
Pues bien, en el cómic que hoy nos ocupa un dibujante
japonés –el propio autor– tras un viaje
colectivo con otros dibujantes, decide quedarse en París para visitar los
museos antes de volver a Japón. Sin embargo, en la habitación del hotel, solo y
en tierra extranjera le acomete la fiebre y a esta se le unen unas pesadillas.
Al día siguiente, algo recuperado, decide dar un paseo y llega hasta el Louvre.
La reseña completa en LYL.
06 mayo 2015
La joven durmiente y el huso, de Neil Gaiman
Desde que leí The
Sandman (mi desvirgamiento en el mundo del cómic adulto, junto con Predicador, esto ya lo he comentado
alguna vez…) no he dejado de seguir la pista de Gaiman. Eso no quiere decir que
haya leído todo lo que ha parido, no, –el cómic Batman: ¿Qué le sucedió al cruzado enmascarado?; el libro
(excelente y también reseñado aquí ) American
Gods y Buenos Presagios, escrito a
pachas con Terry Pratchet, reseñado aquí, son una pequeña muestra de esa pista
que voy siguiendo de lejos– pero mi secretaria me mantiene al tanto de sus
obras. Es lo menos que puedo hacer por el creador de ese gran universo en el
que transcurren las aventuras de Morfeo y que tan honda huella me dejó.
Y es que el problema de que lo primero que caiga en tus
manos cuando te dispones a descubrir a un autor sea una obra maestra que te
fascine tanto como la del rey de los sueños, es que esperas que lo siguiente
que leas de ese autor sea, al menos, del mismo nivel y tienes miedo de
decepcionarte. Por eso voy pian piano. (Y eso que American Gods, Batman… y Buenos
Presagios me gustaron).
Pero he aquí, que tenemos un… ¿remake, un dos en uno
remozado? un cuento cortito, apenas setenta páginas, primorosamente elaborado y
firmado por Gaiman y todas las reticencias y alertas de peligro se vienen abajo
y me tiro de cabeza. Así, como un valiente.
Reseña completa en LyL
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