30 julio 2008

Land Art in Ocón. Arte en la tierra.


Land Art, Land Art, cambio climático, verdad incómoda...

Este es el sexto año, y según parece el último, que se celebra en Santa Lucía de Ocón, organizado por el canario Felix Reyes, las instalaciones campestres que tan popular han hecho a esta localidad.

En esta ocasión ha invitado Reyes a la madrileña Raquel Monje, el francés Michel Herrería, la riojana Marta Martínez y el mexicano Darío Verastegui.

Charlie no hace surf ha viajado hasta Santa Lucía de Ocón. La "exposición" no se inaugura hasta el sábado dos de agosto, pero hemos intentado, y conseguido, hablar con los artistas y ver cómo preparaban sus obras.

Michel Herrería nos enseñó su proyecto: "quería hacer un juego de palabras. Jugar con el viento y con las palabras luz y Lucía... Por eso se me ocurrió que la mano que trabaja el campo, la del labrador, intentara atrapar la luz de Santa Lucía y devolverla por la noche".

Michel llevándonos hasta las instalaciones.

Un integrante de CNHS ayudó al artista.
Raquel Monje trabaja en un chopo a las afueras del pueblo. Construye un enorme nido con una estructura metálica y un entramado de madera a cuyo interior podrá acceder el visitante.






Raquel nos explicó lo difícil que estaba siendo llevar a cabo el proyecto. "Todavía no habían cosechado, este año todo iba con retraso,..."

Nuestro colaborador empollando en el interior del nido.

No conseguimos ver la preparación de la tercera instalación, a cargo de la riojanaMarta Martínez y el mexicano Darío Verastegui: una figura humana de cera que se derretirá lentamente con el calor ambiental.

Pero a cambio fuimos al famoso molino de Ocón, que tampoco estuvo mal, oigan.


PD: Ni que decir tiene que volveremos el 2 de agosto a la inauguración. A las 19.00.

28 julio 2008

Off Road

Ayer "Charlie no hace surf" visitó la exposición "Off Road", sobre motos. Esperabamos otra cosa, pero no estuvo mal tampoco. La mayoría eran motos de trial y motocross...
Estará en el edificio de La Bene hasta el día 30 (sólo una semana desde su inauguración el día 23) y lo malo es que no sólo no hay aire acondicionado, sino que pasas calor.
Si os lo queréis perder, aquí hemos puesto todas (igual nos hemos dejado alguna por ser demasiado... fea).











Aquí un gamberro burlándose de la moto.


Y aquí un atractivo joven posando ante la misma moto.
















































24 julio 2008

¿Copia o coincidencia?



En el futuro los japoneses logran sintetizar sangre artificial, comercializada en botellines marca "True Blood", y los vampiros pueden salir a la luz y unirse a la sociedad.
Telón de fondo: racismo.
Formato: serie de HBO, del creador de A Dos Metro Bajo Tierra

Una animadora rica y muy popular es poseída por una demonio infernal que la obligará a asesinar a todos los chicos de su ciudad. Su mejor amiga tendrá que encontrar la forma de detenerla.
Género: comedia de terror.
Formato:película escrita por Diablo Cody, guionista de "Juno".

11 julio 2008

Crisis: origen


Y pensar que la culpa de este proceso de "desaceleración económica" (ahora hasta el gordo Solbes dice: "da igual cómo se llame, lo importante es solucionarlo"-si daba igual haberla llamado así desde el principio, fanegas-), ya nombrada oficialmente por ZP "crisis", la tenemos todos nosotros, los españolitos de a pie, por dejar propinas de un euro en las cafeterías...



Ay, Solbes, que cómico se ha perdido el club de la comedia... No te vayas nunca por favor.

Bueno, mejor, sí, vete.




08 julio 2008

No todo TDK va a ser el Joker...

Como hace tiempo que no hablamos del murciélago, ahí van unas cuantas foticas exclusivas de Harvey Dent como Dos Caras.







Venga, va, y una del Joker.

Hasta los huevos de los putos sanfermines

"Llegan de nuevo los Sanfermines, y con ellos la matraca diaria de todo medio que se precie, sea televisión internacional o periódico gratuito local. Para gustos, desde luego, pero a un servidor la información sobre eventos festivos le parece igual de ligera que una copita de lavavajillas como digestivo. Porque, reconozcámoslo, la cosa esta de los Sanfermines es pesada como ella sola. Que sí, que se trata de una fiesta superdivertida y que hay mogollón de gente en la ciudad. Una sociedad discreta, reservada y conservadora el resto del año, la pamplonica, bulle y se desmelena durante nueve días. Seguro que les suena de algo, aunque sólo sea por el elemental hecho de que, terciado junio, ya empiezan algunos con los dichosos Sanfermines para arriba y para abajo. Lo dicho, las fiestas más conocidas fuera de nuestro país, las más internacionales, sin parangón en lo pachanguero. Con su “lado oscuro”, añado yo. Y para tratar de explicarme tengo por delante el resto del artículo.


Mi primer desembarco en los Sanfermines fue fugaz. Se produjo cumplidos los treinta y muchos, algo casi incomprensible teniendo en cuenta que he vivido siempre a no más de una hora por carretera de la vieja Iruña. En una rueda de prensa multitudinaria explicamos a periodistas de medio mundo el aspecto siniestro de la fiesta: las corridas de toros y los encierros. (Hasta donde yo sé, la primera vez que se cuestionaban a micrófono abierto estos últimos). Apenas una hora después del chupinazo yo cogía el autobús de vuelta a casa, no sin antes dar un pequeño paseo por el centro y detenerme en los puestecillos ambulantes, cargados hasta los topes de algunos elementos textiles ineludibles para la juerga. Hablo de los consabidos sombreros de paja desilachados, de las fajas rojas, de camisetas de quita y pon con toda suerte de mensajes que, dicho sea de paso, no rebosaban precisamente enjundia intelectual. Han pasado casi diez años de aquello, y todavía es lo que acude a mi cabeza cada vez que veo en la televisión imágenes de la fiesta. Una de las camisetas más solicitadas por el público no contenía frase alguna; simplemente estaba repleta de agujeros y desgarros, tintada toda ella de manchurrones rojos. Sí, son ustedes unos linces: representaba la de alguien que acabara de ser corneado brutalmente por un toro durante el encierro. Sea por mi particular sentido del humor, sea porque yo allí estaba a lo que estaba, quedé impactado por la escena. Se frivolizaba con el terrible hecho de que un animal acosado por la turbamulta penetre tu torso por aquí y por allá, te perfore el estómago, los pulmones, te abra de par en par las axilas. Tal vez se trate de una cuestión de déficit personal en cuanto a un apartado tan particular como el humorístico, insisto, pero les confieso que aquella visión permanece aún entre las más obscenas que he presenciado en mi vida. Me pregunto a través de qué extraño mecanismo mental puede aceptarse la banalización de la tragedia y elevarla luego a la categoría de drama social cuando de hecho ésta se produce. ¿Cómo es posible que la población en general asuma esa realidad con anodina complacencia –imagino que la prenda sigue dando buenos dividendos–, y luego se rasgue las vestiduras (la expresión ha surgido sola, lo siento) a la que un toro aterrado osa tocar con sus defensas al mozo de turno? Puestos a barrenar en lo morboso, imagino las portadas de los periódicos, la instantánea del corredor de turno con la vista perdida, llevado en volandas por los servicios de urgencias, enfundado en la camiseta, empapada ahora por su propia sangre y con orificios añadidos a los originales. Dado el severo estado de parestesia moral en que vivimos, hasta tengo dudas de que alguien se percatara del detalle.
¿En qué consiste la “fiesta”? ¿Acaso hemos reflexionado sobre si de verdad merece tal nombre una celebración nutrida de sangre inocente –me refiero a la de los toros, naturalmente–, y con frecuencia de la de sus agresores, los que corren a cientos delante, detrás, a los costados? ¿De verdad creen que se puede reservar el calificativo de “víctimas” a quienes con su sola presencia mantienen aterrorizados a los pobres bóvidos, que sólo muy de vez en cuando se defienden y le dan al valiente de turno su merecido? Sí, su merecido; a mí no me miren. Porque quienes se dedican en sus ratos de ocio a acosar a seres pacíficos por naturaleza deben asumir que la consecuencia razonable es que la víctima –ésta sí– acorralada haga uso en un momento dado del único arma que posee. Según mi modesto entender, lo de verdad lógico sería dejar que los mozos corneados se desangraran en el asfalto. (Nunca he entendido que se deban utilizar recursos sanitarios sufragados por todos para curar a gente irresponsable). Que se levanten si tienen bemoles, que recojan sus vísceras humeantes y que se vayan a su casa a lamerse las heridas, como hacen los pocos toros indultados que sobreviven al linchamiento en sus dos etapas, matinal y vespertina. Gajes del oficio, chaval, nadie dijo que esto fuera un juego inocente: te la has jugado y has perdido. A estas alturas del texto no pocos lectores estarán horrorizados con lo que he escrito. Y muchos entre quienes maldicen al medio que osa publicarlo serán los mismos que ven con agrado los puestos de fruslerías festivas, con su producto estrella en primera línea: la camiseta."
Autor: Kepa Tamames

03 julio 2008

La obra de arte... del Joker


¿O acaso me vais a decir que no es una obra de arte? Propia de un desequilibrado, sí, pero obra de arte, máxime teniendo en cuenta el mamotreto de Ibarrola que instalaron hace poco en el Espolón (del que ya hablamos).

Y aquí abajo un nuevo trailer. Ya falta menos. Recordad, 18 de julio en yankilandia, 13 de agosto en el país campeón de Europa.













PD: Acabo de ver "Rec", y un poco sí que acojona.
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