Tenemos una nueva
cabecera para el hombre murciélago, y eso, siempre que el interior acompañe, es
una buena noticia.
“Cuando te crías aquí, en Gotham… Es decir, cuando
de verdad creces entre el olor a humo y meados…Hay algo… no sé… algo que te
ocurre. No es que llegue a gustarte. O sea, los meados siguen siendo meados y
el humo sigue siendo humo. Es más bien que te conviertes en ella. Dejas de
verla como algo ajeno y empiezas a verla como parte de ti mismo”.
Reseña completa en LyL.
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