01 octubre 2012

The possession: El origen del mal



















Película: The possession (El origen del mal).
Título original: The possession. AKA: Dibbuk box.
Dirección: Ole Bornedal.
País: USA. Año: 2012.
Duración: 92 min.
Género: Terror.
Interpretación: Jeffrey Dean Morgan (Clyde), Kyra Sedgwick (Stephanie), Natasha Calis (Em), Madison Davenport (Hannah), Grant Show (Brett). Guión: Juliet Snowden y Stiles White

No me equivoco si digo que hemos visto ya muchas películas con el tema estrella del exorcismo o la posesión. Demasiadas. Tantas que ya no asustan ni impresionan. Se limitan a sobresaltarnos de vez en cuando con el típico susto que te cambian de sitio para que no te lo esperes donde crees que va a estar y así pillarte un poco antes o un poco después de lo esperado. A eso es a lo que han quedado reducidas éstas cintas de posesiones demoníacas.

Puede que hayamos visto, en general, mucho cine de terror, o que nos hayamos malacostumbrado a esperar demasiado. Sinceramente, creo que si hoy se estrenara El Exorcista, su éxito iba a ser muy distinto del que tuvo en su día. El público ha visto lo suficiente como para madurar en este terreno.

A pesar de todo esto, suelo ver las cintas de este subgénero. No todas, claro. Hay muchas que salta a la legua que son malas. Con otras picas y sales maldiciendo del cine (“El Rito”, ¡¿cómo iba a esperármelo si estaba Anthony Hopkins!?; “El último exorcismo”…). Y con alguna excepción, te llevas alguna agradable sorpresa -pocas, la verdad- (“El exorcismo de Emily Rose” y alguna otra que mi memoria de pez no me permite recordar).

La mayoría de ellas empiezan planteando sucesitos extraños que van creciendo en intensidad y acaban intentando buscar una explicación médica: psiquiatría, psicología,…, para al final, tener que aceptar que la ciencia no tiene remedio y que, ¡¿cómo no nos habíamos dado cuenta antes?!, lo que de verdad hace falta es un sucedáneo del padre Karras. Ah, y casi ninguna se deja la coletilla de “basada en un suceso real”…

The Possessión tenía buena pinta. El trailer no destripaba pero dejaba ver alguna imagen impactante, y había incluso leído alguna buena crítica que recalcaba la novedad de que ésta vez el exorcismo no fuera el típico católico que siempre hemos visto, sino que se practicaba un exorcismo según el rito judío.

Pues bien. Lo que vi fue más de lo mismo. La típica serie de hechos desencadenantes que hacen poner caras de miedo a la hija y bichos y comportamientos que van indicando a un padre (que no hacía más que recordarme a Robert Downey Jr. pero que en realidad era el Comediante de Watchmen) que su hija está poseída. El exorcismo es el más breve que recuerdo en una cinta de este tipo, y tampoco difiere mucho del católico: siete velas, agua, aceite de dos olivos y a recitar en hebreo…

La banda sonora muy currada: una nota de piano sostenida, y a veces unos violines porque al compositor le parecía un poco mal cobrar sólo por mover un dedo.

¿Merece la pena? Depende de la cantidad de pelis del tipo “Cómo saber si un miembro de tu familia está poseído” hayas visto.

Se sale un poco de la norma, sí, pero muy poco, y el final – POSIBLE SPOILER- es casi un final de peli japonesa tipo The Ring.

1 comentario:

manipulador de alimentos dijo...

'¿Cómo puede el director de 'Drácula', por muy autoreferenciadora y coñera que sea, revisitar con 'Twixt' el género hoy tan de moda y que él elevara a tal altura?

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