Ya está de
vuelta. Ya estaba tardando ocupado en limpiar la cueva siguiendo las
instrucciones de Alfred, nuestro gothamita oscuro favorito. Y la ha dejado
reluciente por si recibía visitas inesperadas, aunque claro, siendo él como es,
de inesperada tendría poco y si la limpia será por algo.
Bueno, pues decía
que ya está de vuelta y esta vez no va a meternos en una aventura detectivesca
ni de intriga y misterio, sino que va a ser una carrera pura y dura. Una
carrera de 800 kilómetros, una contrarreloj llena de obstáculos que, salvando
muy mucho las distancias, en ocasiones me recordaba a esa gran película que es Ratas a la carrera. Que sí, que no tiene
nada que ver, pero a mí me lo recordaba, cosas que tenemos mis sinapsis y yo…
Reseña completa en LyL
No hay comentarios:
Publicar un comentario