12 agosto 2020

Yo, satanista

 

Que la figura del diablo, Satán, Lucifer y todos sus demoniacos compinches de juergas y correrías sin freno ha sido usada, abusada y “demonizada” para y por los muy lucrativos y eternos fines de la Iglesia y para mantener controlado el rebaño es algo que a cualquier persona medianamente inteligente no se le escapa. Si se cree en Dios es porque es lo que se nos ha enseñado, para meternos desde que nacemos, sin ser conscientes ni haber dado consentimiento, en el redil de la ciega adoración y servidumbre a un ser superior y en su secta. Y, por tanto, si se adora a un ser supremo, se deduce que los adoradores son seres inferiores.

Reseña completa en LyL

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