“No dejé de hacer pajas porque no se me diera bien. Dejé de hacer pajas
porque era la que mejor las hacía.
Durante tres años, hice las mejores pajas en el área de los tres estados.”
¡Joder, pues como comienzo no está nada mal, la verdad! Es de esos que te
empujan a seguir leyendo. Ya era hora de poner las pajas, esas grandes
ignoradas y ninguneadas de la literatura, en el lugar que se merece y por de
pronto Gillian Flynn las pone al principio. Desde la primera frase. ¡Así se
hace, mis respetos!
Reseña completa en LyL.
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