Ya hemos hablado
aquí alguna que otra vez de los mitos nórdicos. La última creo recordar que fue
debido al libro de mismo título de Neil Gaiman. Esta vez es más de lo mismo, o
parecido, pero orientado a un público
infantil-juvenil, y esto no quiere decir que no pueda ser muy disfrutable, –yo
lo he hecho–, por un lector adulto.
¿Y por qué este
libro? ¿Y por qué no, digo yo? Porque, si ya desde pequeños a los niños se les
va a comer la cabeza con los cuentos, vidas y milagros, anécdotas y leyendas
bíblicas, también se puede hacer lo propio con estos otros mitos, que, además,
son más mejor e incluso algunos de
sus protas tienen pelis de Marvel y salvan al mundo y todo. Porque es cultura,
porque es enriquecedor y porque molan mil.
Reseña completa en LyL
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