El sabotaje amoroso, de Amélie Nothomb

Me había dejado llevar por el entusiasmo tras la lectura de Ni de Eva ni de Adán y con ese ánimo emprendí la lectura de este El Sabotaje Amoroso, historia (otra vez) autobiográfica de una niña que a los cinco años se traslada con su familia de Japón a China, dónde permanecerá tres años.

La historia comienza bien, criticando a la China de 1974: que si China es fea, que si huele a vómito de niño, que si su madre nunca antes había llorado hasta comprobar la fealdad de China, que si según Wittgenstein “El mundo es todo lo que ha lugar” y en 1974 China no ha lugar, que si a pesar de todo esto queda bien decir que has ido a China … Cosas que me hacían gracia porque tengo un amigo al que le toca ir periódicamente a China y comparte esos mismos pensamientos.
Nuestra protagonista se une a otros niños de su edad, hijos de diplomáticos, y entre ellos continuarán la segunda guerra mundial. Ella es el centro del mundo, la belleza, hasta que conoce a Elena y se enamora de ella. En ese momento el centro del mundo se desplaza hacia Elena.
Comienza entonces un deseo de Amélie por lograr que Elena la quiera de la misma forma que ella quiere a Elena. Pero Elena es fría, y no tiene corazón, sólo vive para ser admirada…

Todo esto contado desde la óptica de una niña convencida de que su bici es un caballo, de poder morir por amor, de ser exploradora en la guerra en la que participa…

Poco más puedo decir. Como siempre, los libros de Amélie Nothomb son fáciles de leer y cortos (aunque en algún momento se me ha hecho un poco pesado). A veces a la autora le da por divagar y dar rodeos que pueden llegar a cansar.
Pero en definitiva, es una lectura sencilla y agradable. En breve, espero, caerá su último libro Ordeno y mando.