Caín, de José Saramago

Dejando al margen el peculiar estilo a la hora de escribir de Saramago (prescindir de mayúsculas, del punto y aparte, de los guiones de diálogo), y las teorías que se han enunciado al respecto (que si escribe así porque a Saramago hay que leerlo en voz alta; que si lo hace porque, al igual que en la vida, todo está desordenado; que si su escritura se explica porque así el lector se concentra más,…) y centrándonos en el fondo y no en la forma, debo decir que me ha gustado Caín.

Lo que aquí tenemos es una revisión del Génesis despojada de la ceguera de la fe, y sometida ligeramente al filtro de la racionalidad e incluso del humor. Un paseo a lo largo del tiempo, en el que Caín viajará por los hechos más significativos del Antiguo Testamento, y en el que cuestionará con lógica el rigor de la Biblia y demostrará la evidente maldad e incoherencia en los hechos del señor.
Así, asistiremos a la creación de Adán y Eva, su expulsión del paraiso y el encuentro con una caravana de ¡otros hombres y mujeres! ¿Pero cómo? ¿No eran Eva y Adán los primeros moradores? Parece ser que no.

Nacerán Caín y Abel, quienes se dedicarán a la agricultura y al pastoreo respectivamente. Sin embargo, las ofrendas que Caín dedicaba al señor eran rechazadas y Abel se burlaba de ello. Tanta burla afectó a Caín, y este acabó por matarlo porque no podía matar a dios, a quien culpó del asesinato. A partir de entonces, Caín vagará por el mundo condenado a no morir de forma violenta, y esa será la excusa para poder asistir a las tierras de Lilith, al sacrificio de Isaac de manos de su propio padre Abraham (de hecho fue Caín quien evitó el sacrificio, ya que el ángel encargado de parar el brazo ejecutor llegó tarde), la torre de Babel, la destrucción de Sodoma y Gomorra, Moisés y el becerro de oro, las murallas de Jericó, la paciencia de Job y el arca de Noé.

En algunos de estos acontecimientos Caín y dios vuelven a encontrarse y discuten sobre los actos de dios.

Lo dicho, me ha gustado, es entretenido, corto (se lee en dos tardes o menos), es muy recomendable para tooooodo el mundo.

Cito un pasaje del libro que me ha gustado especialmente:

"Caín no podía creer lo que estaba viendo con sus ojos. No bastaban sodoma y gomorra arrasadas por el fuego, aquí, en la falda del monte sinaí, quedó patente la prueba irrefutable de la profunda maldad del señor, tres mil hombres muertos sólo porque le irritaba la invención de un supuesto rival en figura de becerro, Yo no hice nada más que matar a un hermano y el señor me castigó, quiero ver quién va a castigar ahora al señor por estas muertes, y luego continuó, Lucifer sabía bien lo que hacía cuando se rebeló contra dios, hay quien dice que lo hizo por envidia y no es cierto, es que él conocía la maligna naturaleza del sujeto".