29 diciembre 2010

El retorno del profesor de baile, de Henning Mankell



Título: El retorno del profesor de baile
Autor: Henning Mankell
Editorial: Tusquets, Colección Maxi
Páginas: 573 pág.
Precio: 10,95 €

Sinopsis
En diciembre de 1945, un avión británico aterriza en Buckenburg (Alemania) y de él desciende un hombre con una pequeña bolsa negra que se dirige a la prisión de Hamelin, donde están encerrados doce criminales de guerra alemanes: su misión consiste en ejecutar a esos peligrosos asesinos.

Cincuenta y cuatro años después, en 1999, Herbert Molin, un policía sueco ya jubilado que vive apaciblemente en su granja, situada en el pueblecito de Härdjedalen, muere de manera brutal: literalmente, el asesino lo ha matado a latigazos; además, la policía descubre alrededor del cadáver huellas sanguinolentas muy extrañas, como si alguien hubiera ejecutado en torno a él unos pasos de baile. Un antiguo compañero de Molin, el joven Stefan Lindman, decide viajar a Härdjedalen para averiguar lo ocurrido, pese a que no está en muy buenas condiciones de salud. Sin embargo, poco a poco irá descubriendo misteriosas conexiones entre la muerte de Molin, los colaboracionistas durante la segunda guerra mundial y los grupos neonazis de la actualidad. Para Lindman ya no habrá marcha atrás: cada pista lo impelirá a seguir adelante para saber la verdad.


Debo reconocer que Mankell me encanta. Desde que hace cosa de año o año y medio me diera por leer, sin investigar previamente sobre el autor, Asesinos sin rostro - primer título de la saga de Kurt Wallander-, hasta hoy, me he ventilado en un santiamén la saga completa. (Completa hasta entonces, es decir, hasta La Pirámide, porque ahora creo que mi inspector Wallander sigue por ahí con El chino, El hombre inquieto…).
Pues bien. De toda esa saga, el único que me dejó un poco insatisfecho fue La Pirámide, por ser no una novela, sino un libro de cuatro historias.
No sé qué es lo que tiene Mankell que atrapa tanto como para que sus obras vayan cayendo una tras otras como fichas de dominó.


En cualquier caso, me estoy desviando del tema principal. El retorno del profesor de baile es el primer libro que leo de Mankell, no protagonizado por Kurt Wallander y lo cierto es que a pesar de que lo he echado de menos, tanto a él como a sus colegas, el personaje de Lindman bien pudiera ser el propio Wallander. Si con Wallander seguíamos su investigación alternando con sus avatares personales en forma de un padre que pintaba retratos ora con ora sin urogallo; de una hija que no tenía claro a qué dedicarse profesionalmente; de unos problemas de sobrepeso nunca resueltos y de su gusto por las óperas, con Lindman asistimos a su miedo a un cáncer y a unas sesiones de radioterapia que le hacen huir de Elena, su pareja.

Por otra parte, el estilo sigue siendo el mismo. Mankell tiene el don de meterte en la historia y de crear en tu cabeza, casi sin darte cuenta, unos personajes elaborados, humanos y perfilados sin apenas descripciones. De darte un caramelito al principio del libro para poder encontrar en los capítulos siguientes la fábrica de chocolate.

Sobre la trama, casi lo mismo de siempre: un asesinato horrible al comienzo, la policía despistada sin saber por donde le da el aire y así poco a poco tirando del hilo se van haciendo pequeños descubrimientos. Por si fuera poco la trama principal viene con una trama nazi incorporada que siempre (al menos a mi) engancha.

La única pega que le puedo poner es lo poco creíble que puede parecer el hecho de que sea un policía de fuera, de baja por enfermedad, que mete sus narices dónde nadie le llama, quien lleve casi todo el peso de la investigación y acabe resolviendo el misterio. Esa clase de injerencias no la veo muy factible ni aquí ni en Suecia.

Quitando esa pequeña pega, que podemos achacar a una licencia literaria, no puedo dejar de recomendarlo a los amantes de la novela negra.

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