"Atraco perfecto"

TITULO ORIGINAL: The killing
Metro Goldwyn Mayer
PRODUCTOR: James B. Harris
DIRECTOR: Stanley Kubrick
INTERPRETES: Sterling Hayden, Coleen Gray, Vince Edwards, Jay C. Flippen, Marie Windsor, Ted de Corsia
GUION: Stanley Kubrick, Jim Thompson
MUSICA: Gerald Fried

Las películas se clasifican básicamente en dos categorías: las que ovidas nada más salir del cine y las que días después de haberlas visto irrumpen en tu cabeza y traen consigo escenas, diálogos, personajes ... sin quererlo. Estas últimas son las que recuerdas y merecen verse cada cierto tiempo, porque siempre se aprenderá algo nuevo de ellas.

A este grupo pertenece "Atraco perfecto", cinta de cine negro que narra minuciosamente la preparación, ejecución y resultado del atraco que cinco hombres realizan a la caja de apuestas de un hipódromo. Ya desde el principio, (y aquí reside gran parte del atractivo del film), la cámara nos muestra la historia jugando con el tiempo hacia adelante y hacia atrás señalándonos, mediante la exactitud de fechas y horarios, lo importante que es el tiempo en la "perfectamente" diseñada y sincronizada maquinaria que es el plan que John Clay, jefe y cerebro, ha ideado, y que sirve además para presentarnos a cada miembro de la banda y el porqué de su participación en el robo.



Lo cierto es que a Kubrick, más que el propio robo, que dura apenas unos minutos, lo que realmente le interesa enseñar es la preparación previa del atraco. Hace hincapié en la armonía espacio-temporal de cada miembro de la banda: todos han de estar en los lugares acordados en el minuto acordado; no pueden fallar. De todos y cada uno depende el éxito del golpe.

Por otra parte destacan los diálogos frescos, salidos de la mano de Jim Thompson, co-guionista junto a Kubrick ( y referente de las películas de Tarantino). Son también dignas de mención las escenas del cajero con su mujer ¿"fatal"? y las del francotirador con el vigilante en el aparcamiento.



No obstante, no acaba de convencer (y al propio Kubrick tampoco) ese final tan dejado al azar en forma de caniche, si bien se compensa con el gran plano final en el que los policías se acercan lenta y simétricamente a un John Clay resignado y rendido.

Siempre me han gustado pero ahora cada vez me gustan más los clásicos.