"El pintor de batallas"
Arturo Pérez-Reverte
Colección: Hispánica
Páginas: 304
Género: Novela
Precio: 19.00 €
ISBN: 842046998X
Sinopsis:
En una torre junto al Mediterráneo, en busca de la foto que nunca pudo hacer, un antiguo fotógrafo pinta un gran fresco circular en la pared: el paisaje intemporal de una batalla. Lo acompañan en la tarea un rostro que regresa del pasado para cobrar una deuda mortal, y la sombra de una mujer desaparecida diez años atrás. En torno a esos tres personajes, Arturo Pérez-Reverte ha escrito la más intensa y turbadora historia de su larga carrera de novelista. Deslumbrante de principio a fin, El pintor de batallas arrastra al lector, subyugado, a través de la compleja geometría del caos del siglo XXI: el arte, la ciencia, la guerra, el amor, la lucidez y la soledad, se combinan en el vasto mural de un mundo que agoniza.
OJO, PUEDE HABER SPOILERS:
Siempre me han gustado las obras de Pérez-Reverte. Tienen ese ingrediente mágico que engancha al lector y no lo suelta hasta acabar de contar la historia. Y además retrata y perfila tan humanamente a los personajes que, o los odias con toda tu alma (si la tienes) o les coges tanto afecto que al terminar la lectura te preguntas que estarán haciendo en ese momento.
Decía que siempre me han gustado, pero las dos últimas ("La Reina del Sur" y "La carta esférica") han sido un borrón en su bibliografía. (No hablo ya de "Cabo Trafalgar" empezada y abandonada a las diez páginas y quién sabe si algún día la retomaré).
Para empezar "La carta..." era un tocho plagado de tecnicismos y jerga marinera que entorpecían la comprensión de la lectura y su avance. Argot aparte, lo único que recuerdo de ese libro es que me aburrió mucho.
Con "La Reina..." el vocabulario (mexicano esta vez) no fue problema, pero no consiguió atraparme la trama.
En este nuevo libro "El pintor de batallas" asisitimos a la obsesión de Faulques, ex-fotógrafo de guerra, por pintar en la torre aislada en la que vive, un gran mural circular que refleje los horrores de la guerra con el sentimiento que sus fotografías no pudieron plasmar. (Huelga decir que Faulques es el alter ego de P-R.)
Un buen día llega a su torre Ivo Markovic, con pretensión de matarle. A partir de aquí, ambos protagonizarán charlas sobre el azar, la geometría de las situaciones, efectos mariposa y el amor. Todo regado con flashbacks de encuadres de guerras pasadas aderezadas con el recuerdo del amor de una mujer muerta.
La historia está bien escrita y bien narrada. Hay momentos que se hace algo pesado pero, sin ser lo mejor del autor, supera el tostón de los dos libros mencionados previamente y nos hace pensar en el absurdo de la guerra, la crueldad inteligente del hombre y los sentimientos.
Incluyo unas líneas que me gustaron. No son representativas del libro pero valen como manual de supervivencia del fotógrafo de guerra:
"Haz lo que haga yo, había dicho él. Muévete igual. Hazte invisible. No uses prendas militares ni llamativas, no pises fuera de carreteras asfaltadas, no toques objetos abandonados, no te recortes inmóvil en puertas ni ventanas, nunca levantes un cámara al sol cuando haya aviones o helicópteros volando cerca; y recuerda que si puedes ver a un hombre con un fúsil, también él puede verte a ti. Nunca aproximes demasiado la cámara a la gente, a los que lloran, o sufren o pueden matarte... Antes de entrar en zona de riesgo, averigua cómo vas a salir, observa el terreno, busca puntos protegidos, dirígente de uno a otro por etapas o saltos. Recuerda que cada calle, trinchera,colina o árbol tienen un lado bueno y un lado malo; no te equivoques al identificarlo. No te compliques la vida sin necesidad. Y sobre todo no me la compliques a mí"
En una torre junto al Mediterráneo, en busca de la foto que nunca pudo hacer, un antiguo fotógrafo pinta un gran fresco circular en la pared: el paisaje intemporal de una batalla. Lo acompañan en la tarea un rostro que regresa del pasado para cobrar una deuda mortal, y la sombra de una mujer desaparecida diez años atrás. En torno a esos tres personajes, Arturo Pérez-Reverte ha escrito la más intensa y turbadora historia de su larga carrera de novelista. Deslumbrante de principio a fin, El pintor de batallas arrastra al lector, subyugado, a través de la compleja geometría del caos del siglo XXI: el arte, la ciencia, la guerra, el amor, la lucidez y la soledad, se combinan en el vasto mural de un mundo que agoniza.
OJO, PUEDE HABER SPOILERS:
Siempre me han gustado las obras de Pérez-Reverte. Tienen ese ingrediente mágico que engancha al lector y no lo suelta hasta acabar de contar la historia. Y además retrata y perfila tan humanamente a los personajes que, o los odias con toda tu alma (si la tienes) o les coges tanto afecto que al terminar la lectura te preguntas que estarán haciendo en ese momento.
Decía que siempre me han gustado, pero las dos últimas ("La Reina del Sur" y "La carta esférica") han sido un borrón en su bibliografía. (No hablo ya de "Cabo Trafalgar" empezada y abandonada a las diez páginas y quién sabe si algún día la retomaré).
Para empezar "La carta..." era un tocho plagado de tecnicismos y jerga marinera que entorpecían la comprensión de la lectura y su avance. Argot aparte, lo único que recuerdo de ese libro es que me aburrió mucho.
Con "La Reina..." el vocabulario (mexicano esta vez) no fue problema, pero no consiguió atraparme la trama.
En este nuevo libro "El pintor de batallas" asisitimos a la obsesión de Faulques, ex-fotógrafo de guerra, por pintar en la torre aislada en la que vive, un gran mural circular que refleje los horrores de la guerra con el sentimiento que sus fotografías no pudieron plasmar. (Huelga decir que Faulques es el alter ego de P-R.)
Un buen día llega a su torre Ivo Markovic, con pretensión de matarle. A partir de aquí, ambos protagonizarán charlas sobre el azar, la geometría de las situaciones, efectos mariposa y el amor. Todo regado con flashbacks de encuadres de guerras pasadas aderezadas con el recuerdo del amor de una mujer muerta.
La historia está bien escrita y bien narrada. Hay momentos que se hace algo pesado pero, sin ser lo mejor del autor, supera el tostón de los dos libros mencionados previamente y nos hace pensar en el absurdo de la guerra, la crueldad inteligente del hombre y los sentimientos.
Incluyo unas líneas que me gustaron. No son representativas del libro pero valen como manual de supervivencia del fotógrafo de guerra:
"Haz lo que haga yo, había dicho él. Muévete igual. Hazte invisible. No uses prendas militares ni llamativas, no pises fuera de carreteras asfaltadas, no toques objetos abandonados, no te recortes inmóvil en puertas ni ventanas, nunca levantes un cámara al sol cuando haya aviones o helicópteros volando cerca; y recuerda que si puedes ver a un hombre con un fúsil, también él puede verte a ti. Nunca aproximes demasiado la cámara a la gente, a los que lloran, o sufren o pueden matarte... Antes de entrar en zona de riesgo, averigua cómo vas a salir, observa el terreno, busca puntos protegidos, dirígente de uno a otro por etapas o saltos. Recuerda que cada calle, trinchera,colina o árbol tienen un lado bueno y un lado malo; no te equivoques al identificarlo. No te compliques la vida sin necesidad. Y sobre todo no me la compliques a mí"
2 comentarios:
Un inciso...
Y cómo estás haciendo para recuperar los post de Diarioratis??
Graciasssssss!
Muacks!
Afortunadamente me di cuenta de lo que iba a pasar y me hice una copia de seguridad de casi todos los posts.(En realidad fue cartman quien hizo la copia a petición mía).
Besos.
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